lunes, 5 de noviembre de 2012

Visitante cubana en Minas


Ayer se realizó en la Casa Encantada de Minas una reunión con una treintena de personas para recibir a Yarisleidis Medina Valle, cubana de visita en el país, e integrante del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), una institución que trabaja desde su fundación el 30 de diciembre de 1960 en relación a los comités de solidaridad con Cuba, que hoy son más de 2.000, en más de 150 países.

Yarisleidis tiene 28 años, es graduada universitaria en Filosofía y cursa estudios de posgrado en Estudios Interdisciplinarios sobre América Latina y el Caribe. Se integró al ICAP al culminar sus estudios de Filosofía, ya que todos los graduados universitarios cubanos deben atravesar un período de uno a dos años de Servicio Social, trabajando en instituciones o empresas. Al culminar ese período continuó trabajando en la institución. Actualmente trabaja sobre todo con los grupos de solidaridad con Cuba que existen en Uruguay –a dónde ha llegado cinco veces de visita en los últimos años- y Paraguay, y se quedará en nuestro país una semana más, luego de realizar diferentes actividades en ciudades del interior y barrios de Montevideo.

En la reunión de ayer de la Casa Encantada, organizada por personas interesadas en formar un comité de solidaridad con Cuba en la ciudad de Minas, participaron unas treinta personas, entre ellas varios minuanos que ya visitaron la isla en el marco de las brigadas que viajan a Cuba cada año para conocer de cerca la realidad de ese país.

Primera Página tuvo la oportunidad de entrevistar a la visitante antes de que se realizara la reunión. Medina Valle dijo a Primera Página que el ICAP trabaja tanto con los grupos y comités de solidaridad con Cuba, “y también hacia adentro”, recibiendo a los grupos que llegan. “Es una solidaridad de ambas partes, la que nos brindan los amigos y la que nosotros podemos brindar desde Cuba”, cuenta.

El ICAP se creó en 1960 “un poco para explicar a los amigos de la revolución lo que estaba ocurriendo en la isla con el proceso revolucionario”. Con el paso de los años se ha redimensionado el trabajo de la institución, y se proponen “mostrar cómo es Cuba realmente, con sus defectos y virtudes”. Los cubanos están convencidos que el trabajo de más de 2.000 comités de solidaridad con su país en el mundo han impedido agresiones mayores de los Estados Unidos hacia su país, y también que, por ejemplo, la Asamblea General de las  Naciones Unidas vote cada año –desde 1992- de manera abrumadora a favor del levantamiento del bloqueo de EE.UU. sobre el país caribeño, sin que la resolución se haya traducido hasta hora en hechos concretos, gracias al poder que los propios EE.UU. tienen en la ONU.

Un aspecto importante del trabajo del ICAP es el recibimiento de las brigadas internacionales de jóvenes que visitan el país. Hay 13 brigadas: una Brigada Mundial, “en la que participan amigos de todos los continentes”, que en general viaja para estar en Cuba el 1° de Mayo. Hay una Brigada Che Guevara, formada por canadienses. Está la Brigada Venceremos, de los Estados Unidos, “la brigada más antigua, que llegó por primera vez a Cuba en el año 1969, rompiendo el bloqueo, y sigue llegando aún”. La Brigada José Martí llega de algunos países europeos, y la Brigada Latinoamericana y Caribeña reúne a los países que no pertenecen a la Sudamericana (con integrantes de Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Brasil). La Brigada Nórdica (países escandinavos) y la Brigada Cruz del Sur (Australia y Nueva Zelanda) son otras que visitan Cuba cada año. Uruguay tiene la particularidad de participar en dos brigadas, la Sudamericana y la José Artigas, formada únicamente por uruguayos. Unos 100 jóvenes uruguayos visitan Cuba cada año por un periodo de unos 15 días, por lo general a fines de enero o inicios de febrero. Allí tienen un programa que incluye trabajo voluntario, conferencias, intercambio con organizaciones juveniles y sindicatos, y actividades recreativas. El costo del viaje por lo general lo cubren vendiendo rifas.

Por otro lado, el ICAP trabaja con los estudiantes universitarios extranjeros que estudian en Cuba. “No se hace trabajo político, sino de atención”, cuenta. El ICAP sirve de nexo entre los estudiantes y sus padres, facilitando el contacto entre ellos. Hay unos 30 mil jóvenes latinoamericanos realizando estudios universitarios en Cuba. “La idea de que jóvenes latinoamericanos pudiesen hacer estudios universitarios en Cuba surgió en 1998, cuando por Centroamérica pasó el huracán Mitch, que arrasó Centroamérica –cuenta Yarisleidis-. Se creó entonces una brigada de médicos cubanos que fue a Centroamérica a apoyar. En ese momento Fidel dijo que podíamos apoyar, pero que no teníamos toda la fuerza para hacerlo, y propuso entonces formar jóvenes de Centroamérica para que pudiesen ayudar en esos países cuando hubiese catástrofes de esta naturaleza. En ese momento se creó la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas. Primero se planteó formar a 10 mil jóvenes en Cuba, pero vamos ahora por más de 30 mil. Este proyecto se basa en una de las ideas centrales de la revolución, el internacionalismo, tratar de apoyar con lo que se pueda a otros pueblos. Realmente es un costo muy importante para el país, pero nosotros decimos siempre que compartimos lo que tenemos, y no lo que nos sobra”. En esta escuela de Medicina se han graduado ya más de 5.000 profesionales, entre ellos unos 500 uruguayos. Y otros 500 uruguayos cursan estudios allí actualmente.

En la reunión de ayer en Casa Encantada, a la que concurrieron entre otros el senador Hebert Clavijo y el presidente de la Casa Uruguay-Cuba con sede en Montevideo, Héctor Vernengo, se exhortó a los presentes a participar en actividades de solidaridad con Cuba que se realizarán antes de fin de año en Minas, y a participar en la creación de un comité de solidaridad con ese país en la capital de nuestro departamento.

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