Estuvo en nuestra ciudad el diputado del
Frente Amplio Sebastián Sabini, quien en el comité central del FA en Minas brindó
una charla abierta sobre temas de Educación y Proyecto de ley sobre la
comercialización de la marihuana.
¿Cómo ha
vivido los cambios que se han dado a nivel de la Educación en estos siete
años y medio de gobierno frenteamplista?
Es innegable que ha habido mejoras en este
tema, sobre todo en la parte salarial y en cuanto tiene que ver a la inversión
en infraestructura. Quizá, a nivel de los medios de comunicación esto no se
refleje, pero en estos siete años se han realizado más de 1.500 obras medianas,
y eso constituye sin dudas un salto cualitativo muy grande que innegablemente
se refleja en los resultados obtenidos.
¿De qué
forma?
Nosotros vemos que, por ejemplo, en lo que es
la brecha entre pobres y los más ricos, la situación está mejorando, a nivel de
lo que es la matrícula en el nivel terciario, en el nivel universitario.
También se están ampliando los cursos de diferentes tipos que brinda la Universidad de la República. Eso
Hablaba
de la poca repercusión que esas situaciones tienen en los medios de
comunicación. ¿Cree que se trata de un hecho deliberado, ex profeso?
Los medios tienen la responsabilidad de
informar de los problemas que acontecen, y está bien que lo hagan, por
supuesto, pero también existen muy buenos ejemplos de experiencias, tanto a
nivel del mejoramiento de la infraestructura como de experiencias educativas
que están funcionando, que son innovadoras, y eso no se refleja en los medios
de comunicación. No creo que sea algo ex profeso, sino simplemente tiene más
repercusión un problema que algo que funciona bien.
COMERCIALIZACIÓN DE LA MARIHUANA
Con
respecto a la legalización de la comercialización de la marihuana, ¿el Uruguay,
como sociedad, está preparado para recorrer esa instancia en estos momentos?
Lo primero que tenemos que pensar es que todos
los problemas que teóricamente pertenecen al futuro son problemas actuales: el
consumo, el consumo de los menores, el consumo problemático. No son situaciones
que se nos van a plantear a futuro sino que son cuestiones del hoy.
¿Y de
qué forma desde el gobierno se busca dar respuesta a este presente?
Pensamos que se debe transitar el mismo camino
que recorrimos con el tabaco, es decir hacia una política de regulación de
mercado. Hoy, esa regulación la hace claramente el narcotráfico. Es el que
controla los puestos de venta, la calidad de las sustancias, qué tipo de
sustancias se vende, y todo ello ha llevado a un aumento del consumo en los
últimos diez años en el Uruguay y en el mundo. Entonces, si nosotros regulamos
el mercado de alguna manera, podemos hacer políticas de información, de
prevención, de educación, de rehabilitación, para que las personas sean
conscientes de los riesgos que conllevan los diferentes consumos de droga, ya
sean legales o ilegales. Podemos ver qué ocurrió con el tabaco.
La gente
comenzó a percibir que era una sustancia peligrosa y por lo tanto luego se termina consumiendo
menos. Entonces, este proceso de reaprendizaje, digamos, se dio con el tabaco y
pensamos que se puede hacerlo con la marihuana, además de utilizar todas las
potencialidades que tiene como medicación, como producción industrial. Sin
dudas, si hacemos un trabajo como hicimos con el tabaco, ayudaremos a reducir
el consumo, así como también los daños asociados a los consumos. El consumo va
a existir siempre, porque por más que las sustancias sean prohibidas, la gente
las consume igual. Ese no ha sido un camino correcto porque el narcotráfico ha
crecido bajo ese sistema. Hay que ser pragmáticos y darse cuenta que la
política prohibicionista fracasó porque no cumplió con ninguno de sus
objetivos. Tenemos que ser valientes, tomar decisiones y discutir con la
sociedad esas decisiones que estamos tomando.
Y no
criminalizar en definitiva a quien padece una adicción, o sea una enfermedad.
La mayoría de los consumidores de marihuana no
son problemáticos. Eso lo tenemos que tener muy en claro. Si existe consumo
problemático, lo que no debemos hacer es apartar a esa persona de la sociedad
sino integrarla, y la despenalización de la venta podría ayudar a
desestigmatizar y por lo tanto a mejorar los recursos sanitarios destinados a
los tratamientos.
ASPECTO POLÍTICO
¿Cómo
definiría este segundo período de gobierno nacional del Frente Amplio?
Es un período en el cual estamos consolidando
algunos avances y donde también surgen nuevas demandas. Por ejemplo, si en el
primer período en la enseñanza nos dedicamos a fortalecer la parte salarial, en
este segundo período nos abocamos más a la parte de infraestructura. Se van
consolidando derechos, a través, por ejemplo, del Sistema Nacional Integrado de
Salud, con más de un millón de personas que ahora tienen atención médica y que
antes no la tenían. Claramente surgen nuevas demandas ante la obtención de
estos derechos. El camino a recorrer, pensamos, tiene que ver con fortalecer
los derechos de la ciudadanía y eso se logra con un Estado fuerte, que actúe
como balanza ante un mercado que es claramente desigualador de oportunidades.
Sinceramente,
¿dentro del Frente Amplio hay mecanismos reales de autocrítica sobre la gestión
de gobierno?
Por supuesto que sí. El Frente Amplio tiene
diferentes organismos para ello y somos conscientes de todo lo que nos falta
como sociedad para avanzar. Ahora bien, estamos convencidos de que no hay otro
proyecto político formulado en la escala que lo tiene el Frente Amplio. Sin
autocrítica no se podría vivir, no se podría avanzar, y es parte de los genes
de la izquierda ser autocríticos con lo que hacemos y con lo que nos falta
hacer. Eso no implica dejar de ver todos los avances que se han realizado.
¿Cómo se
ha integrado a la actividad de la
Cámara de Representantes?
De muy buena manera. No he tenido ninguna
clase de problemas por ser joven. Al contrario, he participado de los debates
importantes que ha dado la Cámara. Enla Universidad
Tecnológica
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