Este sábado y
domingo, en el Colegio Nuestra Señora del Verdún, se vivió una verdadera fiesta
de la horticultura y el arte floral, al realizarse la 18ª exposición anual del
Serrano Garden Club de Minas, que homenajeó al poeta Santos Inzaurralde y
denominó esta exposición “Sonidos”.
TAREA LOGRADA
Después de los
intensos calores de los días previos y la lluvia del viernes que afectó sobre
todo a las flores, en un año que coincidieron las socias del Garden que “no había
sido fácil por el clima”, se concretó como todos los años la exposición, que
llevó un número muy importante de público, y que debería de estar en el
calendario turístico del departamento.
La presidenta del
Serrano Garden Club, Ofelia Sención, expresó a Primera Página la
satisfacción de haber logrado “lo que queríamos, -con mucho esfuerzo en los
días previos-, que era ver la exposición armada y con mucha gente visitándola
desde el momento de abrir las puertas, y que se sorprende, que nos felicita, y
que valora muchísimo esta muestra”.
Respecto al trabajo
de las juezas, Sención señaló que fue “un trabajo complicado, porque era mucho
lo que tenían para juzgar. Son personas estupendas, que vienen de diferentes
partes del país, tienen una amplia experiencia en este tipo de eventos, algunas
de ellas presiden grupos de juezas, lo que demuestra que tienen mucho
conocimiento, aprecio de valores y exigencia”.
ALIMENTANDO EL
ESPÍRITU
Destacó Sención que
aunque son 19 socias, “nos dijeron que se ve un trabajo muy intenso, de
calidad, gente que le gusta mucho cultivar, y para saber de plantas hay que
cultivar, embarrarse las manos. Las juezas reconocieron que hay mucha
dedicación en el grupo, unidad, trabajo y eso nos encantó, porque es así,
alimentando las plantas y el relacionamiento, también estamos alimentando
nuestro espíritu. En la parte de los diseños año a año nos sorprendemos con la
creatividad, -porque no a todas les gusta hacer diseños-, pero se pudieron ver
cosas muy lindas, y las juezas quedaron encantadas con los diseños”.
JUEZAS
Las juezas se
dividían en dos paneles, tres para horticultura y otras tres para artística,
consultadas las juezas María Marta Ingold (José Pedro Varela) y María Sara
Bianchetti de Gallero (Treinta y Tres), ambas coincidieron en que la muestra
“ha sido fantástica”.
Ingold -juzgó en
horticultura- agregó que “a pesar del clima, es una exposición con muy buenos
ejemplares, tanto en la parte de plantas, flores, cactáceas y suculentas, y
plantas indígenas, todo muy sano, de calidad”.
Señaló que respecto
a la premiación “nos hubiera gustado dar más premios, pero ya no teníamos más,
y hay que resaltar que hubo bastante consenso en los premios altos, entre las 6
juezas”.
Bianchetti -que
presidió el panel de los diseños-, señaló que “en general es una exposición muy
buena, cada vez está mejor este club, tiene más madurez y fue un placer juzgar
los diseños, el tema ‘Sonidos’, era muy difícil de interpretar y se vieron muy
buenos trabajos, hicimos el trabajo lo mejor que pudimos, era difícil. También
dimos una mano a las juezas de horticultura, y fue un sector que nos llamó la
atención, no sé cómo hacen estas mujeres, que además son pocas y tienen una
muestra excelente, con ejemplares de muy buena calidad”.
UN LUGAR
PRIVILEGIADO
Respecto al lugar,
-Colegio y Liceo Nuestra Señora del Verdún- ambas juezas coincidieron en la
excelencia del espacio, la distribución y colocación de las plantas, “fue más
sencillo para las juezas, estaban ordenadas y facilitó el trabajo, además en la
parte física tiene mucha iluminación y es hermoso este enorme patio”.
Bianchetti señaló
que “también tiene una carga afectiva para algunas de las socias y juezas,
porque estudiaron acá y ahora han vuelto a exponer y a juzgar, como es el caso
de Maricema Sención, que vive en Melo”.
Consultadas algunas
socias sobre el lugar, estaban muy satisfechas, “aunque debió haberse
aprovechado más, pero es el primer año que exponemos aquí, se va aprendiendo
sobre la marcha”.
Cabe señalar que
quedaron dos corredores sin utilizar, eso generó mucho amontonamiento de las
plantas, -las formidables alegrías quedaron muy escondidas-, los pasillos para
circular el público eran muy estrechos, y no había perspectiva para mirar los
diferentes ejemplares, los que además estaban expuestos algunos a poca altura.
Estas observaciones
no rozan el excelente trabajo del Serrano Garden Club, que una vez más
consiguió realizar una fiesta de la naturaleza, con color, creatividad y
calidad.
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