viernes, 2 de julio de 2021

Mario García y la situación económica de la IDL: “los números no mienten”

REAFIRMÓ QUE EN EL 2020 HUBO UN DÉFICIT DE MÁS DE U$S 3 MILLONES

Anteayer, Primera Página entrevistó al intendente de Lavalleja, Mario García. El tema principal de la charla fue el de la situación económica de la comuna, luego de su comparecencia el lunes en una sesión extraordinaria de la Junta Departamental (JDL), para hablar justamente de ese mismo tema.

García fue convocado a la Junta por un llamado votado por unanimidad por los ediles, e impulsado por la ahora edila Adriana Peña, quien fue intendente hasta fines del año pasado. Los ediles solicitaron al intendente información precisa sobre el estado económico de la IDL, el dinero depositado en sus cuentas bancarias al inicio de su gestión y poco después, el dinero recibido desde el gobierno central, y la cantidad de funcionarios en diferentes escalafones, entre otros.

Lo que llamó la atención, tanto a muchos ediles como a los periodistas que estaban en la sesión, es que el intendente, junto a sus directores de Hacienda, Juan Carlos Rosales, y de Jurídico Notarial, Laura Nahabetian, revelaran que al finalizar el año 2020 -un mes después de asumir el cargo- la IDL tenía un déficit de de U$S 3.17 millones, y un pasivo acumulado de unos U$S 9 millones. Esa situación contrasta fuertemente con declaraciones que en el segundo semestre del año pasado, por parte de la entonces intendente Adriana Peña y de alguno de sus jerarcas, en cuanto a que dejarían, a la hora del cambio de mando, una intendencia saneada económicamente, y hasta con un superávit de U$S 1 millón.

García recordó que en su comparecencia del lunes en la Junta, fue la primera vez que habló sobre la situación en que recibió a la IDL al asumir. Lo hizo entonces porque fue convocado, y “para tratar de ser lo más transparentes y objetivos posible”. “Como decía alguien por ahí, los números no mienten. Muchas veces, como se interpreten luego esos números, cada uno podrá sacar sus conclusiones, o hacer decir a los números, lo que estos no dicen”. La comparecencia de García a la Junta coincidió con la presentación a la JDL de la Rendición de Cuentas presupuestal, que abarca todo el año 2020, el último de la gestión de Adriana Peña. “Lo mismo que dijimos a la Junta está contenido en los dos tomos de la Rendición de Cuentas”.


Según el intendente Mario García, la situación económica de la IDL es “compleja”, “desde dos puntos de vista”, por un lado uno externo, y por otro lado uno interno o institucional. 
“Desde el punto de vista externo, la situación económica que viven el país y el mundo hace que sea muy difícil realizar previsiones a mediano y largo plazo. Nadie sabe cómo se va a comportar la economía en los próximos meses”. “Lo que se previó para este primer semestre del año no se viene dando, aquella recuperación rápida de la economía luego de la caída del año 2020; ahora se habla de una recuperación diferencial, con sectores de la economía que mejoran, y otros que no”. “Eso, evidentemente, golpea a la economía del país, la economía departamental, y por supuesto complejiza las previsiones que se pueden hacer para los próximos años. El turismo es el sector más golpeado en lo general, y acá también ha sido afectado. Esperemos ahora en estos meses, hay cosas que ya están armándose para ver si podemos cambiar la tendencia en cuanto a la actividad turística. Eso nos complejiza la toma de decisiones, la planificación a largo plazo”. “Desde el punto de vista interno, la situación es de un déficit de U$S 3 millones del año 2020. Recibimos $ 81 millones en caja al 26 de noviembre y había deudas vencidas que rondaban los $ 70 millones. Los números están en la Rendición de cuentas. Al mismo tiempo, teníamos un pasivo general de la IDL para los próximos años de $ 360 millones, que hay que ir afrontando en la medida que se vayan dando los vencimientos, a medida que se vayan realizando las obras que están programadas. Esa, obviamente es una situación compleja, por supuesto que es una situación compleja”.

AMPLIACIÓN DE LICITACIÓN POR LUMINARIAS
“En esto entra por ejemplo -dijo García- el recambio de las luminarias que ya estaba llevando adelante el departamento, pero también hay una ampliación de la licitación sobre las luminarias, que se concretó en los últimos días de la última gestión; creo que ese contrato fue firmado el 24 o el 25 de noviembre (1). Es una ampliación de más de U$S 1 millón, que se va a tener que pagar en los próximos años. O sea, se compromete la recaudación de los próximos años en una ampliación de la red lumínica que nosotros hoy -lo dijo el director de Hacienda- estamos renegociando con la empresa proveedora de los servicios, porque la situación lo amerita. Ese trabajo no ha comenzado, es en Minas y en Solís de Mataojo. Estamos ahora estudiando la propuesta original de esta ampliación, que no es recambio, instalación donde no existen hoy. Algunas modificaciones vamos a hacer, estanmos planteando un plazo para estudiar la propuesta y para programar los pagos y la amortización. Ha habido buena receptividad por parte de la empresa, todos conocen la complejidad del escenario económico. Vamos a priorizar algunas zonas de Minas, que a nuestro criterio necesitan más iluminación que otras, y como los trabajos van a comenzar un poco más tarde, los pagos también van a comenzar un poco más tarde”. 


Esta situación económica que define como “compleja”, ¿compromete otro tipo de obras, de caminería o de otro tipo?
Mario García - No, en principio las obras se financian con los programas nacionales, de caminería rural, el Fondo de Desarrollo del Interior (FDI), con los programas BID. Se van a terminar las obras en curso que estaban ya previstas en la administración anterior y ya se está trabajando en ellas, como el circuito Vejigas-Barrancas, una obra de bituminización que se está haciendo, comenzó ahora, en enero-febrero, que viene muy bien; los programas de caminería rural se están cumpliendo muy bien. La obra de la Estación (2), que se financia con un préstamo BID y que debería terminar sobre fines de este año. Ahí también, la contrapartida que debe aportar la IDL a la obra está atrasada, porque de $ 33 millones de contrapartida que debía aportar la IDL en los 20 meses que llevaba la obra, el año pasado se ejecutó muy poco, apenas 2,5% en materia de construcción. En efectivo hubo un avance  un poco más significativo, pero la deuda en ese aspecto ronda los $ 25 millones, y eso debía financiarse en parte el año pasado. No se hizo, y lo tiene que asumir también esta administración. Pero bueno, entendemos que lo que tenemos programado para los próximos años lo vamos a poder hacer. En ese sentido estamos intentando poner la casa en orden. 

Desde su comparecencia en la Junta, en medios de comunicación y en redes sociales se han planteado respecto a la situación económica de la IDL dos posiciones contrapuestas. El año pasado, la entonces intendente Adriana Peña y algún jerarca plantearon que dejaban una intendencia saneada económicamente, y el lunes usted planteó en la Junta que había un déficit de U$S 3,17 millones, y un pasivo de $ 360 millones. ¿Cómo se conjugan esas dos cosas? Por otro lado, un edil del Frente Amplio (FA), Ernesto Cesar, decía el lunes que no quería que el tema derivase en un “pase de facturas” entre la administración y la actual.
Por eso lo que decíamos anteriormente. Nosotros comparecimos a la Junta, creo que en el momento apropiado, en el momento en que las especulaciones tienen que quedar de lado. La verdad está contenida en la Rendición de Cuentas, que arroja un déficit de U$S 3 millones del año 2020. Esa es la realidad sobre la economía de la IDL en el año 2020, más allá de lo que hubiera en caja, donde había $ 81 millones, pero había deudas vencidas por 60 y pico de millones de pesos. Nosotros nos sentamos acá y empezaron a golpear la puerta la puerta para cobrar deudas que estaban en condiciones de ser pagadas, que rondan esos 60 a 68 millones de pesos. Después está el pasivo comprometido, que son $ 360 millones de pesos, unos U$S 9 millones, que hay que pagar a lo largo de varios años. Los números son muy claros. Después, cada uno los interpreta de la manera que quiera. Como decía alguien por ahí, “los números no mienten”, es una frase del contador José Pedro Damiani, que seguramente podrá encontrar por ahí (3), no me acuerdo como terminaba. El momento en el que nos convocaron fue el exacto, cuando presentamos los números, el contador fue bien claro, nosotros también, no hacemos ninguna especulación al respecto. Eso se va a analizar en la Junta Departamental y cada uno sacará las conclusiones que entienda se ajustan a lo que dicen esos números. 

¿Por qué no habló de este tema anteriormente?
Nosotros hemos tenido siete meses muy difíciles al frente del departamento de Lavalleja. Siete meses en los que nuestra prioridad absoluta ha estado enmarcada en el manejo de la situación sanitaria de Lavalleja, y nos hemos concentrado en tratar de dar señales claras a la población sobre cuáles son las urgencias y cuáles son los caminos para salir cuanto antes de la pandemia. Evidentemente, poner temas de agenda política sobre la mesa, genera un ida y vuelta de todo el sistema político que seguramente hubiese distraído a la población de lo que era lo urgente. Y lo urgente, en nuestro concepto era y es abordar la situación sanitaria del departamento. Y ahí, por decisión propia, nuestras apariciones públicas durante estos siete meses estuvieron casi exclusivamente destinadas a dar mensajes sobre cómo cuidarnos, sobre qué hacer, a justificar las medidas que tomaba el gobierno departamental, para que el mensaje llegara claramente, para que no se distorsionara con el ruido político que genera poner estos temas sobre la mesa. Lo normal hubiera sido, ni bien asumimos, hacer una rendición de cuentas, pero ni bien asumimos, tuvimos que cerrar la Intendencia, el 23 de diciembre. Esta Intendencia trabajó de forma normal desde el 27 de noviembre al 23 de diciembre, ni siquiera 30 días. A partir de ahí, todo se fue complejizando. Estuvimos permanentemente cambiando la planificación que teníamos, hasta que se cerraron las puertas de la IDL. Se puede imaginar que marzo, abril, mayo y parte de junio fueron meses muy complicados, que a nosotros nos tuvieron muchas noches sin dormir, porque con cada decisión que tomábamos, estábamos pensando en la salud de nuestra gente, de qué manera podíamos contener un avance exponencial que tuvo el virus en todo el mundo, y que en algún momento pensamos que no nos iba a llegar, y que llegó cuando nosotros nos sentamos acá. Eso hizo que nuestra prioridad absoluta fuese dar mensajes claros para que la ciudadanía pudiera responder, como afortunadamente ha respondido en Lavalleja, porque los números en Lavalleja, en casos positivos, en contagios, fallecimientos, positividad, Índice de Harvard, son muy buenos, si se compara con otros departamentos. Esa fue nuestra prioridad. ¿Relegamos actividades que son las típicas de la función municipal? Por supuesto. Muchas veces nos llamaban y nos decían que el pasto en una plazoleta o en un cantero estaba alto. ¡Que crezca el pasto, y que no circule el virus!


Usted plantea que en el 2020 hubo un déficit de unos U$S 3 millones, y quizá este año la situación sea parecida. ¿Cuál es la perspectiva para solucionar este problema? ¿Recortar gastos, solicitar créditos…?
A ver: los déficits en general se financian con deuda o con plazos. Nosotros estamos en la segunda opción, de reprogramar algunos vencimientos a efectos de generar oxígeno e ir achicando el déficit. Hemos también bajado la actividad por las necesidades que ha generado el escenario de pandemia, y eso se va a ver, esperamos, reflejado en los números generales a lo largo del año. No hemos retaceado un sólo peso en las necesidades urgentes que hemos venido atendiendo, sobre todo de índole social, a cargo de la IDL, pero hay actividades que evidentemente no se han desplegado en estos seis meses, que seguramente se verán reflejadas al final del año.


¿Se ha pensado en recortar la cantidad de funcionarios con que cuenta la IDL, por ejemplo en el sector de los trabajadores zafrales?

No, obviamente ahí no se va a recortar, del lado más flaco, por supuesto que no. Nadie ha perdido un jornal por estar en cuarentena, o por precaución de los propios funcionarios. Te digo más, cuando se cierra la IDL el 23 de marzo, previo a Semana de Turismo, se tomó la resolución de que los funcionarios zafrales, aunque no viniesen a trabajar, igualmente iban a cobrar todos los jornales, en una Semana de Turismo en la que en general no trabajan. Al cerrarse muchas actividades sostenidas principalmente con trabajadores zafrales, a diferencia de otras ocasiones esos jornales sí se cobraron, esa fue una decisión que tomamos, de que no se pierda un sólo jornal con motivo de la pandemia. No está pensado reducir el número de funcionarios.
Por otro lado, si la economía retoma su senda de crecimiento, pretendemos ver si para el año que viene podemos generar una ampliación presupuestal que atienda algunas cosas que en el presupuesto de este año no podemos incluir. Eso lo iremos viendo con el transcurso de los meses, viendo cómo se desarrolla la situación económica en el departamento, en el país y en el mundo.


Presupuesto, déficit y pasivo

El presupuesto anual de la Intendencia de Lavalleja (IDL) es de unos $ 1.600 millones (poco más de U$S 35 millones), según dijo el intendente Mario García a Primera Página.
En comparación, el déficit del año 2020, de U$S 3,17 millones, representaría entonces 9,5% de ese presupuesto anual. Por otro lado, el pasivo, según figuraría en la Rendición de Cuentas, de unos U$S 9 millones, representaría casi 26% de lo que la IDL gasta promedialmente por año.
La relación del déficit y del pasivo con los gastos e ingresos anuales de la IDL, como de cualquier otro organismo, institución, gobierno o Estado, constituyen datos casi imprescindibles para poder conocer su realidad financiera, su capacidad de afrontar gastos e inversiones, de pagar deudas a corto y largo plazo y de repagar créditos (deuda) que eventualmente se tomen.


(1) Mario García asumió su cargo el 27 de noviembre de 2020, dos o tres días después de la firma de ese contrato.

(2) Se trata de la obra de remodelación y refacción de la vieja estación de ferrocarriles de AFE, que se está convirtiendo en un centro cívico, social, cultural y deportivo para el barrio Estación de Minas.

(3) La frase completa del contador José Pedro Damiani, quien fue por muchos años presidente del Club Atlético Peñarol y además ocupó altos cargos económicos en gobiernos colorados (fue presidente del Banco República), es la siguiente: “"Los números no mienten, mienten los que hacen los numeros".



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