EN ZONAS ALEDAÑAS A NUESTRA CIUDAD
En varias zonas de nuestro departamento –a
pocos quilómetros de Minas- se pueden ver desde hace un tiempo construcciones
diferentes a las convencionales, pero que son cada vez más conocidas en el
mundo, los llamados “Ecodomos”.
Primera Página dialogó con el constructor de una de
ellas. Se trata de un grupo de amigos que compraron tierras en Lavalleja y que
quisieron poner en práctica este tipo de construcción basada en la utilización
de materiales naturales
y de bajo impacto ambiental. El grosor de sus anchas paredes de
más de 40 centímetros
brinda seguridad y estabiliza la temperatura, que se mantiene fresca en verano y conserva el
calor en invierno sin
necesidad de utilizar otro tipo de calefaccionamiento.
“No tenés que ser experto para realizar este
tipo de construcción, y mucho menos arquitecto, hay que darse manía e
investigar, en nuestro caso fue así”, explicaron.
Estas construcciones son más económicas que las
convencionales y se hacen con menos personal, menos herramientas y en menos
tiempo. “Es indispensable contar con una hormigonera, carretillas, palas,
picos, niveles, bidones grandes para el agua y, en general materiales comunes en las construcciones,
además de tenazas, martillos, y muchos metros de sacos o tubos de arpillera
(las bolsas blancas que comúnmente contienen ración para diferentes animales”,
solo que en tubos de muchos metros de largo. También es muy importante el alambre de púas, necesario en la compactación de los sacos.
Hay detalles a tener en cuenta, por ejemplo la orientación del sol, para aprovechar
así al máximo las horas de luz. Una vez decidida la mejor ubicación hay que
clavar una estaca testigo,
de madera o de hierro, que debe sobresalir
un metro aproximadamente del nivel del suelo. En su extremo superior se le fija
una cadena ligera de una longitud
de radio y medio, con respecto al círculo que trazaremos. Esta cadena
tiene por misión proporcionar la exactitud
del círculo. “Conforme vamos ascendiendo en la construcción, al
sobresalir el testigo un metro, se consigue que las primeras sean verticales hasta la medida del metro.
A partir de ese punto,
el domo empieza muy poco a poco a adoptar su
característica forma de cúpula ovoide”,
comentaron.
El relleno de los tubos de arpillera que
formarán el ecodomo es de nueve
partes de tierra y una de cal. Esta proporción se pasta
prestando mucha atención al grado
de humedad final, pues una falta de humedad provoca el desgrane de la masa. Por el contrario,
un exceso de humedad formará una “pomada”
sobre los sacos, que puede llegar a ser muy peligrosa en caso de estar
trabajando a una cierta altura.
Estos jóvenes aseguran que es una buena opción al momento de construir
con pocos recursos económicos y que son viviendas muy confortables.
Bioconstrucción
Un Eco-Domo es
un tipo de bioconstrucción con
un alto grado de eficiencia energética,
básicamente
porque el material del que se compone es uno de los mejores aislantes
naturales. La composición tierra y cal crea
una “piel” que se regula de una forma totalmente
natural. La cal tiene muchas cualidades, entre ellas la de absorber la humedad hasta
que se satura,
convirtiéndose así en un material impermeable.
Otro atributo a destacar de este material es su elasticidad y fraguado,
que permanece durante toda su existencia. Por lo tanto, el hormigón natural (tierra
mezclada con cal) proporciona transpiración a la construcción,
por lo que en invierno retiene el calor y en
verano suele estar más fresco que en el exterior. La forma de
los Eco-Domos propicia una
estratificación, lo que facilita el constante movimiento del aire en su
interior de una forma natural debido
a que la densidad del aire caliente es
menor que la del frío.
El “superadobe” es una técnica de construcción en base a bolsas rellenas
de adobe o tierra, desarrollada por el arquitecto iraní Nader Khalili.
1 comentarios :
Construyen para otros_ Cuales son los costos? yo tengo interes. Gracias.
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