Llegaba la última fecha de la primera fase, en la Copa
Nacional de Clubes, y con ella la definición del primer lugar del grupo N.
Nacional recibía a Inca de Casupá, con la necesidad de ganar para asegurar
dicha ubicación. Y era lógico que eso ocurriera. Porque el tricolor demostró,
hasta este partido, un andamiaje sólido, compacto, sin fisuras, con jugadores
en muy buen nivel; pero además, con un trabajo colectivo que hacían pensar que
este partido era, poco menos, que un mero trámite. Pero el fútbol tiene estas
cosas. De ahí, gran parte de su atractivo. Porque cuando el fuerte está
desatento, desconcentrado, inconexo e impreciso, y cuando el débil no se
amilana, se fortalece anímicamente y se siente con fuerzas, hasta lo
impredecible puede ocurrir. Nacional, que llegaba como claro favorito, no
guardó nada. Mantuvo los cuatro del fondo, le dio ingreso a Fungi en el medio y
conservó el terceto de delanteros, Matías Fernández, Manuel Abreu y Leandro
Montiel. Lo más llamativo fue la ausencia de Guillermo Caitano en la oncena
titular, quien fue desplazado al banco de suplentes. Luego de los primeros diez
minutos, donde Nacional tuvo la iniciativa, con Corbo llegando por derecha, y
con un interesante trabajo de Montiel, moviéndose por todo el frente de ataque,
el partido se niveló. Porque comenzó a ganar la imprecisión en Nacional, y
porque Inca demostraba que quería irse del torneo con un buen partido. Antes
del cuarto de hora, un remate del volante Pablo Hernández obligó a una gran
intervención de Alayón; y casi enseguida, Facundo Piña recibió, se acomodó y la
metió contra el palo. Comenzaron los nervios en el fondo tricolor, extrañando
demasiado a Valiente. Cuando todo era del visitante, otra vez Piña recibió, se
sacó fácilmente a Fungi de arriba, no salió nadie a tapar, y su remate se
transformó en el segundo gol. Alegría visitante y estupor de los de Baladán. De
ahí al final del primer tiempo, se defendió sin pasar apuros Inca, y atacó sin
criterio Nacional. Desconocido Matías Fernández, sin participar Dieguez, bien
marcado Corbo, el 2 a
0 era reflejo de lo que se veía en la cancha. Para el complemento, otra
sorpresa, Nacional sale sin cambios. Sin embargo, en la primera estocada a
fondo, encuentra el descuento. Buen desborde de Dieguez y remate al gol de
Manuel Abreu. Solo cuatro minutos después, pudo empatar Nacional, pero el penal
rematado por Emiliano Rivero, otro de flojo partido, fue bien contenido por el
arquero Oliva. Nacional siguió yendo, las fuerzas del rival fueron menguando,
pero nunca apareció la jugada clara, bien hilvanada, que permitiera ver un
cambio en el juego. Llegaron los cambios, salió Montiel, el mejor en ofensiva;
apareció Amaya, también Ricardo Hernández, pero nunca la claridad en el juego
tricolor. Solo los centros, ponían algo de peligro en el arco de Oliva. Sobre
el final, llegó el empate de Matías Fernández, que permitió conservar el
invicto, pero no el liderazgo del grupo. Flojo partido de Nacional, que pagó
muy caro en la tabla. Los acontecimientos futuros dirán para que está en el
torneo. Lo concreto es que en la última fecha, dio un paso atrás.
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