jueves, 14 de febrero de 2013

Un festival teñido con la tristeza por la pérdida de “Pocho” Gómez


“JINETEANDO POR LOS NIÑOS”

El pasado fin de semana se realizó la quinta edición del Festival “Jineteando por los niños”, organizado por Óscar García, Tomasito Lezcano y Daniel García.

Como estaba previsto, el sábado por la noche comenzó el mismo un gran baile llevado a cabo en instalaciones de la Sociedad Agropecuaria Lavalleja (SAL), continuando el domingo por la mañana con actividades en el ruedo.

Hubo asado con cuero, servicio de bar, tortas fritas, repostería y los tradicionales stands con diversos artículos a la venta.

Todo venía desarrollándose con total éxito hasta que un lamentable hecho oscureció el festival y llenó de tristeza a los presentes, el fallecimiento del conocido comunicador de nuestro medio Ruben “Pocho” Gómez, luego de un ataque al corazón.

El triste hecho ocurrió al mediodía del domingo. Si bien Gómez fue asistido inmediatamente por el personal de salud presente, nada se pudo hacer.

Óscar García, integrante de la organización, no ocultó su tristeza por el lamentable hecho. “Si nos referimos al festival en sí, estamos muy conformes, ya que la gente acompañó y todo estaba saliendo de la mejor manera, pero sin dudas este momento nos entristece a todos”, afirmó. 

Se resolvió seguir adelante con la actividad a pesar del dolor que provocó este infortunado hecho. La propia hija de “Pocho” Gómez, vinculada a la asociación, habló en el escenario y pidió que todo siguiera con normalidad.

García dijo a Primera Página que estaban contentos con el apoyo público. Las ventas fueron buenas y Vida Plena –entidad beneficiada- trabajó muy bien.

En el ruedo se pudo disfrutar de muy buena caballada, “todas tropillas de la zona, que han estado desde el primer festival junto a nosotros, y van a seguir estando hasta cuando ellos quieran. Estamos muy conformes y felices de que nos apoyen”, dijo García.

Se contó con la participación de muy buenos jinetes, gente joven que brindó un muy buen espectáculo.

Por la noche se desarrollaron las montas nocturnas, gran atractivo de la fiesta, que lograron un gran espectáculo, con un ruedo muy bien iluminado, una empalizada para destacar por su buena construcción brindando seguridad a todos los presentes.

El personal de campo se lució realizando sus tareas al mando de un capataz de primera línea como Artigas Cabrera. El relato estuvo a cargo de Carlos Lavega, acompañado por un gran equipo lo que hizo que los presentes vibraran en cada jineteada.

La verdad, una fiesta que colmó las expectativas, pero que se vio empañada por pérdida de “Pocho” Gómez.

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