viernes, 8 de febrero de 2013

No es Pan Comido la cosa, hay que poner pasión también


UNA MURGA DE ALTO NIVEL COMPETITIVO

Se siente el clima de carnaval desde la entrada de la Casa de la Juventud. Son más de las nueve de la noche, y ya están prontos para ensayar los integrantes de la murga Pan Comido. Es enero, hay mucho calor, o sea que para estar ahí es porque hay pasión y compromiso con el carnaval.

Primera Página conversó con la directora escénica Cecilia Rodríguez y los directores responsables, Fabián Urquiola y Adrián Lescano.

¿Por qué formar una murga como Pan Comido? Urquiola cuenta que “allá por el mes de junio del año pasado surgió la idea. La mayoría veníamos de Buen Intento, teníamos el firme propósito de conformar una murga, porque Buen Intento, como todos saben, era un grupo vocal de murga, ya que no llegaba al número requerido de integrantes (17), por más que cante canciones propias de la murga. La idea fue formar una murga para competir en el interior, en concursos como el de San José, el de San Carlos y el de Treinta y Tres”. A esas ganas agregó que fue fundamental el apoyo que les dio la directora de Turismo IDL Analía Grandi y sus colaboradores. “Para trabajar en serio para el carnaval 2013, nosotros le planteamos la idea de tener nuestra murga y la posibilidad de hacer un concurso acá. Hay una comisión de carnaval que está trabajando muy bien, apostando a proyectos grandes como es hacer un concurso de murgas en Minas, algo inédito en la ciudad, que se realizará el 10, 11 y 12 de febrero en el Parque Rodó, es de carácter regional”.

ENCONTRANDO GENTE

Pan Comido partió con la base de seis o siete personas que habían formado Buen Intento, y con entusiasmo Urquiola señaló que “apoyaron este proyecto y se ‘prendieron’ que es lo fundamental, para conformar la murga, ponerle garra, ganas, pasión. Después se fue buscando más gente que estuviera vinculada a la música como prioridad, por el escaso tiempo que teníamos para trabajar”. La dirección general está a cargo de Raúl Jaimés. “Podía venir cada quince días, y una murga tiene que ensayar todos los días. Por esa razón es que se buscó gente que supiera guitarra, que tuviera oído musical, que haya cantado, que contara con experiencia para poder salir lo antes posible, que pudieran aprender con mayor facilidad las músicas y las letras”.

En la murga las letras ocupan un espacio muy relevante. Pan Comido no es la excepción.  “Arrancamos con un saludo que habla de lo que va a ser el cuplé. Tenemos un cuplé dedicado a la parca y el segundo cuplé es del sepulturero. Entonces abarcamos el humor negro, con mucha sátira al mismo tiempo, hablando sobre la actualidad del país. Sobre lo que acontece en nuestro departamento se deslizan algunos comentarios, temas que hayan tenido trascendencia, pero no es nuestro objetivo plantear una crítica cerrada, sino que apostamos a hacer reír a la gente, utilizando para ello la ironía. El letrista, en este caso es Raúl Jaimés, quien escribe el saludo y la despedida. También contamos con Celio Palma, que vive en Canelones, que arrancó a escribir este año y nos sugirió la idea de los cuplés”, cuenta Urquiola.

BIEN VESTIDOS

Los rubros más difíciles económicamente de cubrir en una murga para Urquiola y Lescano son “vestimenta, maquillaje, transporte…” dicen a la vez. Urquiola cuenta que “llevan mucho tiempo y requieren necesariamente de mucha creatividad y los costos son altos”. Agregó Lescano que un vestuario de carnaval “como el que tenemos nosotros está por encima de los cuatro mil dólares, algo difícil para una murga como Pan Comido”. Los trajes con los que salen este año se los compraron a la murga Japilón, en la cual salía Raúl Jaimés. “Invertimos 25 mil pesos en ese rubro. A su vez, debemos hacer frente a los gastos que genera el arreglo de cada traje, porque algunos hay que agrandarlos y a otros achicarlos”, expresa Urquiola.

Pan Comido tiene un traje principal que utilizarán en el saludo y en la despedida. “Tenemos otro vestuario para los cuplés. Podemos decir que la murga va a salir muy bien vestida. También apuntamos a traer una maquilladora desde Montevideo para salir lo más presentables posibles, aquí no hay quien se dedique al maquillaje de murgas, se necesita de cierto oficio y creatividad”, expresa Urquiola.

Lescano señala que se pone énfasis en todos los rubros, porque “en cada concurso se tiene muy en cuenta, esto se puntúa el maquillaje, la vestimenta y no podemos descuidarnos, porque todo suma”.

ESFUERZO, GARRA Y SE ESPERAN AYUDAS

¿Cómo se financia un proyecto como Pan Comido? “Nos autofinanciamos”, cuentan. Han vendido bonos colaboración, rifando un LCD de 32 pulgadas. “Se recaudó como para ir cubriendo gastos, y agradecemos a la población por el apoyo”, dice Lescano y agrega que además de los rubros ya señalados, “compramos instrumentos, bombos, platillos, parches para bombos, para redoblantes, palillos. También trabajamos en la parte de publicidad y de propaganda, como lo hacen generalmente las murgas. Afortunadamente, la respuesta que hemos obtenido en ese sentido ha sido muy positiva. Quien quiera sumarse todavía tiene tiempo de hacerlo, y por supuesto será bienvenido”. Y sigue señalando gastos, “como los traslados de los compañeros Raúl Jaimés y Celio Palma que viven en Canelones, los pasajes los solventa la murga, como corresponde”.

La IDL aportó un fondo para la murga, y tienen la locomoción asegurada para ir a competir a San Carlos. Destacaron la importancia de tener un lugar para los ensayos. “Agradecemos a Casa de la Juventud, en la persona de Narciso Renom”.

EXPERIENCIA, COMPETENCIA Y PÚBLICO

“Sacar una murga” implica una gran inversión para un medio como el local, donde no hay muchas posibilidades de actuar. Lescano dice que “si bien tenemos la experiencia de anteriores carnavales, a través de Buen Intento y otras murgas en las que participamos, también es importante la experiencia de haber concursado en murgas de San Carlos, es decir, a un nivel muy competitivo. Como murga, en nuestro caso es el primer año. No obstante ello, apostamos a Minas, porque nos debemos a nuestra gente, además de concursar en San Carlos, como lo vamos a hacer. San José es un ejemplo de cómo se trabaja en carnaval en el interior, el nivel es muy competitivo y exigente, se presentaron 44 murgas a la preselección, de las cuales solo 13 accedían al concurso. Para ser el primer año nuestro, era demasiado exigente. Además, teniendo en cuenta que apostamos a gente nueva, porque más del 80% de los integrantes de la murga es el primer año que saldrá en carnaval”.

A PURA PASIÓN

Quien sale en carnaval lo hace por la pasión, porque lo siente, porque le gusta. Cecilia Rodríguez cuenta que cuando llegó a Pan Comido el grupo ya estaba armado, pero “seguimos buscando gente que cante, y que tenga esa pasión, sin pasión en esto es imposible, tiene que ser gente que tenga el compromiso, que se deje contagiar con lo que es la esencia de la murga”. En Minas es poca la tradición de carnaval, y menos de la murga. “En Minas cuando se hablaba de murga, siempre se conocían las mismas caras. Y ahora eso se está revirtiendo, más allá de que por supuesto es un trabajo a largo plazo. Eso es muy bueno, porque hasta el momento había gente que no se manifestaba en relación al carnaval, a la murga, o que se limitaba a escuchar, teniendo la capacidad de salir en una murga, y hay que tener pasión, si hay pasión el público de carnaval vibra con la murga”.

AL MUNDO

Destacó Rodríguez la importancia que tuvo para Pan Comido el estar en Montevideo, el miércoles 24 de enero “con motivo de la presentación de los carros alegóricos (hechos por presos y presas de cárceles de Montevideo, Canelones y Lavalleja) fue muy importante, porque se vivieron cosas que aquí no acontecen. Y en un concurso pasa algo similar, porque el público que asiste lo hace porque vibra con la murga, se siente partícipe”. La repercusión de esta presentación de los carros alegóricos repicó en un diario español, donde se publicó la foto de varios de los integrantes de Pan Comido. “Un orgullo, estuvo bueno eso, nos sorprendió mucho”, dice Urquiola.

A ENSAYAR

Eran poco más de las 9 de la noche. Rodríguez, Lescano y Urquiola se fueron a ensayar, ya estaban todos esperando para empezar, y momentos después se podía oír desde la calle los bombos, platillos y redoblantes, y las voces que hacen sentir que en pocos días el carnaval estará entre los minuanos.

Ensayos de lunes a sábados. Contactos: 099 288 388 Fabián Urquiola, 099 053 165 Cecilia Rodríguez y en Facebook Murga Pan Comido.









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