“TENGO REFERENTES DISTINTOS, VARIADOS, Y
POR ESO NO SOY EL TÍPICO COLORADO
ENCASILLADO EN UN SOLO LUGAR”
Es la cuarta generación de la familia
Carresse entres los dirigentes colorados del departamento: Bisabuelo, abuelo,
padre y ahora Luis María Carresse
Toledo, quien desde hace dos períodos ocupa una
banca en la Junta Departamental de Lavalleja (JDL) por el Partido Colorado (PC)
y hoy es candidato a la IDL.
IGUALDAD Y FRATERNIDAD
Al irnos por esa historia de los Carresse, Luis señaló que su padre nació en 1915, “y hay una larga
historia dentro del PC, con la participación en la lucha
por la divisa colorada. Mi padre fue el que me inició en la política, como lo
había hecho con mi hermano Luis Alberto, y con
mi hermana Violeta”. “Cada uno después eligió su camino, mi hermano en relaciones exteriores ya jubilado, Violeta
tuvo un lindo trayecto en la política, pero le
gustó más el Poder
Judicial, creo que tuvo mucho que ver lo que papá y mamá nos inculcaron en casa con conceptos de igualdad y justicia, y a mí me gustó más el agro, y quedé con una
libertad mayor para actuar en política, con
autonomía e independencia, y muy arraigado en
Lavalleja, lo que llevó a que siguiera
siempre acá haciendo política”.
UN BUEN APELLIDO POLÍTICO
Siempre que habla de su padre Carresse lo hace con un legítimo orgullo. “Fue sin duda mi
padre el que nos inculcó la política, es algo muy fuerte, pero por razones de edad yo no heredé nada de su aparato político, lo que
heredé fue un buen apellido político, y me llena de orgullo. Como no me gusta que me regalen nada,
cuando empecé no era yo quien lideraba o era una cara
visible, me gustó siempre la militancia, es lo que hago,
porque sino la extraño, siempre trato
de ser un militante más, podré ser identificado porque estoy ahí de forma más visible, soy el que llega a arreglar los equipos, tratar de estar en
los detalles, y lamentablemente voy perdiendo ese rol militante para estar
enfocado en los primeros planos de la política
construyendo el camino de nuestra agrupación, al igual que
Robert (Bouvier) junto a todo el equipo”.
Reconoce Carresse otros referentes además de su padre “y todos muy distintos, variados, y por eso no soy el típico colorado encasillado en un solo lugar”. “He tenido referentes que son excelentes
vecinos, pero que no son de mi colectividad política, con
(Pedro) ‘Perico’ Zabalza a quien
escuché mucho en mateadas, me encantaba cómo enfrentaba los temas, y cómo los
desarrollaba. Otro referente fue Alejandro Atchugarry, me encantó siempre, era una persona admirable, me hubiera gustado tratarlo más, estar siempre aprendiendo junto a él. Con Pedro
(Bordaberry) estuve 13 años, una gran
persona, fundamos ‘Vamos Uruguay’ en todo el país, y fue una
movida muy importante del PC, sin duda Pedro ha sido un gran referente en mi
vida. Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti,
con quienes compartí muchísimas actividades personales como mis cumpleaños por la relación muy fuerte con
mi padre. Son varios referentes, y no hay que olvidar que en mi casa se
sentaron en el sillón siete
presidentes de la República, ese sillón es ya parte de la historia familiar”.
TENDER PUENTES
Luis Carresse es un militante unidor, zurcidor, de arreglar acuerdos,
de diálogo, hecho que quedó demostrado en la última convención del PC, cuando su sector prestó convencionales
para que hubiera tres candidatos a la IDL, gestos que no se ven mucho en la política, abrir espacios, meter gente. A hacerle esta observación Carresse dijo que “eso es parte de
la escuela vieja que tengo, y es lo que me gusta de hacer política, trato de tender puentes, ese ha sido mi fin en la Junta
Departamental de Lavalleja (JDL) y en todos los ámbitos, siempre
tratando de aportar, de sumar, porque estoy convencido que la solución va a llegar en la medida en que unamos fuerzas para favorecer a la
gente, porque eso es la política. Y en la
convención pusimos los convencionales a disposición del PC, quedamos felices y orgullosos que en 20 días como secretario general del PC -había sido electo
unas semanas antes- se consiguió que hubiera
tres candidaturas a la IDL por el PC, y lo logré debido a mi
accionar y el de mi agrupación. Siempre que
puedo unir, zurcir, lo hago, trato siempre de limar las diferencias, y que
salga lo mejor en un clima ameno de trabajo”.
¿Qué significa ser secretario general del PC de
Lavalleja?
Es un rol importante, antes se le daba a una persona que no era una
figura preponderante, sí era un gran
negociador, generador de espacios, y al designarlo como secretario general se
le asignaba muchísima responsabilidad porque era siempre un
gran trabajador por el PC, y las figuras más preponderantes
o visible estaban jugando otro papel. Eso fue cambiando en las últimas décadas, fue
secretario general Gustavo Risso, Alberto Acosta, que habían sido candidatos a diputados, el rol del secretario general tomó otra relevancia, más visibilidad. A
nosotros por razones políticas nos había sido esquivo este cargo, ahora como el grupo ‘Ciudadanos’ nos tocó, y es un privilegio, honor, satisfacción y tenemos
mucho para hacer. Hay un organigrama armado para que el PC esté en los primeros planos como debe estar y de donde jamás debió haberse ido, armamos un equipo con gente
con mucha voluntad y capacidad.
¿Cómo empezó
su militancia?
Me cuesta poner una fecha, porque por mi padre estuve en el comité desde chico, era normal estar en el comité. Cuando mi padre se retira de la política y quedamos
libres a nuestro accionar, eso fue en 1999, ahí empiezo a
militar con el doctor Wilson Migues, donde me encuentro con Robert Bouvier, Néstor Calvo, Daniel Santos, Casiano Bon, la ‘Tota’ Bon, que vendría a ser la base humana hasta el día de hoy, me
sumo, me sentí muy cómodo, militando,
trabajando, aprendiendo mucho. Vinieron las elecciones del 2005 y por pocos
votos no salí edil, tenía ahí 23 años, lo que me dio pena porque había puesto mucho, pero no se dio. En las elecciones del 2009 estuve muy
complicado, mi padre enferma de cáncer, lo acompañé como debía ser, mi
actividad agropecuaria que me ocupaba muchísimo y la política, y seguí porque mi padre
me pedía que siguiera militando por el partido,
eso caló muy hondo, me pareció que era una cuestión de honor, de
patriotismo, de colorado el salir a levantar la bandera porque lo deseaba mi
padre, y lo hice. No nos fue mal, fui electo edil, y hoy estamos terminando el
segundo período como edil.
¿Qué balance hace de sus 10 años de gestión
en la JDL?
Hago evaluaciones sumamente positivas, también hay otras que me quedé con dolor, con
pena porque estoy convencido que se podrían haber hecho
cosas que hubieran sido un salto espectacular, cuantitativo y cualitativo para
el departamento, pero que por mezquindades políticas -muchas
veces sectoriales- no se ha podido lograr. Es compleja la Junta, porque lo más básico puede llevar tres horas de debate, o
lo más difícil se resuelve
en la sala de reuniones con un café adelante. Primó muchísimo en el período anterior la calidad humana, fue muy superior, teníamos la ‘sana costumbre’ de reunirnos ediles de diferentes bancadas en la casa de alguno,
discutir, comer un asado, eso se perdió. En este período hubo propuestas que se presentaron que sabemos que no las iban a
votar porque era de un colorado, o de un blanco o de un frenteamplista, esa
mezquindad llegó en el 2015 y se instaló hasta el 2020.
Desde la sesión inaugural del período ya hubo desinteligencias claras.
Exacto, se inició de pique cuando
al comienzo del período en el
Partido Nacional (PN) no se habían cicatrizado
los resultados de las elecciones y se pasaron todas las facturas, y ha sido así durante los cinco años. Eso lo pagó la población, cuando se
dijo que no se votaba un crédito para que
pudieran cobrar los funcionarios públicos porque
Alfredo Villalba había dejado la IDL
fundida, hubo ediles del PN que se negaron a votar ese crédito. Después no aguantaron
la presión porque los funcionarios les decían: ‘Mirá que voy a comer
a tu casa’. Y se dieron vuelta. Al poco tiempo de
manera más que irresponsable dejan a la IDL sin
presupuesto, perdiendo un montón de dinero de
partidas nacionales, eso es en contra de la calidad de vida de la gente. Así siguió con otra más y otra más, y eran decisiones dentro del mismo PN.
No se trató lo del fideicomiso.
Lo del fideicomiso era una oportunidad fantástica, la intendente vino a la Junta presentó 17 o 18 obras, y dijo: ‘Necesito que
cuatro salgan sí o sí, el puente
Campanero rumbo al Arequita, el vertedero, …’. Nombró dos obras más, ahí ediles del PN y del FA empezaron a dar para atrás con el fideicomiso, y lo negaron, o sea las mezquindades están a la orden del día, porque fue
para que no se vistiera la intendente con la obra.
¿No fue distinta
la actitud de la intendente Peña en el primer
período al segundo?
Sí, por supuesto, pero también la dejaron sola en este segundo período. Se le fue
el secretario general, varios directores, cuando se sale electo y se asume se
hace con un equipo, no se espera que en la mitad de la corriente te dejen solo.
Habrán tenido sus razones para hacer lo que
hicieron, la intendente tendrá las suyas, es
un tema del PN, pero es costumbre en el PN, pasó con Alfredo
Villalba cuando lo dejaron de intendente. Venden una imagen preciosa en la
campaña, pero después es más de lo mismo.
¿Cómo llegó a
candidato a la IDL?
En el período anterior me
lo pidieron los compañeros de la
agrupación. La situación era compleja, tenía 33 años, y para mí era difícil. Vino Pedro Bordaberry y Germán Cardoso, y
estaba Robert. Lo conversamos, hicimos algunos proyectos, les dije que no iba a
ser fácil, pero encarrilamos las acciones, y fue
lo que fue. En esta oportunidad fue distinto, se dio más natural que después de la diputación con Robert me correspondiera la intendencia a mí. Nos pusimos a trabajar con muchísimas ganas,
renovados, con un equipo de jóvenes y veteranos,
todos con una calidad humana y técnica enormes.
Estoy seguro que tengo el mejor equipo del departamento.
¿Cuáles son las prioridades si le tocara gobernar
Lavalleja?
Son muchísimas, Lavalleja
está totalmente caído desde hace muchos años, a tal punto
que los indicadores dan situaciones complejas a nivel laboral, educativo,
vivienda, salud y seguridad. Siempre tenemos que apostar a la calidad de vida
de la población. En Lavalleja han pasado un montón de diputados, senadores, intendentes, y la realidad es cada vez
peor, la gente se sigue yendo de forma continua, voy a Maldonado a saludar a un
amigo y me encuentro con diez amigos. En Montevideo me pasa igual. El
saneamiento en Lavalleja es un problema, la última obra de
saneamiento en Minas fue en el 2015-2016 por la juntada de firma que hicimos
con los vecinos de los barrios España, Lavalleja,
Escriú, Las Palmas y Garolini, allí estuve como edil juntando firma con los vecinos, se las llevamos al
director de OSE, y se logró que entrara en
el presupuesto de OSE, cosa que no se lograba desde el 2000 y poco. Hay gente
que está llamando la barométrica una vez al mes, ¡cuánto dinero es eso! Hay que comprar barométricas, porque
no puede el vecino hacerse cargo de un costo que no tiene que pagar por la
negligencia e irresponsabilidad de OSE, de la IDL y del sistema político. Hay que arreglar las calles pero también hay que apostar a otras cosas. Hay mucho para hacer, no puede ser
que gran parte del presupuesto genuino, no de las partidas que llegan del
gobierno nacional, se va en sueldos, el organigrama es horrible, la IDL es un
gran comité para favorecer amigos, y hace 30 años que viene así. El PN en sus
alianzas y acuerdos promete tanto que después cuando tiene
que cumplir lo hace con trabajos, con sueldos más que buenos. A
la IDL le tienen que cerrar los números, y apostar
a obras para la población, no puede ser
para el bolsillo de los amigos. Se precisan más viviendas,
pero no solo para funcionarios, sino para víctimas de
violencia doméstica, madres solteras, o sea cumplir con
un rol social como intendencia. En seguridad el Ministerio del Interior no da
abasto, la intendencia puede aportar cámara de
vigilancia y garitas en caminos vecinales. Se pueden hacer muchas cosas por la
gente que no se hacen. Hay que ponerse a trabajar y gastar los dineros en lo
que se debe, no en sueldos.
¿Cómo percibe los resultados de la coalición multicolor a nivel nacional y en lo
departamental?
Son cosas totalmente distintas, ya lo dijo el presidente Lacalle. Los
partidos, cada uno, tiene su identidad, y en las elecciones departamentales hay
que presentar esa identidad. Logrado el gobierno del partido que sea, que se reúnan, que vean qué se puede hacer
juntos, pero no antes. A mí un candidato
del PN me planteó acompañar a la
multicolor, le dije que nosotros tenemos identidad propia, que vamos a apostar
por nuestros ediles y que vamos a salir a ganar, la gente elegirá. Después del 10 de mayo, ahí cuando quieran discutimos, acordamos, porque se necesita un gran debate
de los temas de Lavalleja, y los trabajamos como un equipo multicolor.
Carol Aviaga ha
llevado gente del PC hacia su candidatura a la IDL.
La multicolor era hasta noviembre, en las departamentales cada uno
tiene su corazón, su ideología, su manera de ver las cosas, y estoy convencido que el colorado sabe
que nuestro partido tiene un proyecto propio, serio, y de avanzada, y la
realidad es que ningún grupo grande o
con resultados electorales se sumó a la
multicolor. Es un trabajo que evaluará la senadora
(Carol Aviaga), deberá estar atenta
porque quizás la lista que tiene al lado en lugar de
estar trabajando con la multicolor le pasa por la izquierda o por la derecha.
Usted dijo: “Vamos a salir a ganar” ¿Se puede dar?
La situación del centro
universitario en Lavalleja
Hablando de la educación en Lavalleja,
dijo Carresse que “el Centro
Universitario Regional Este (CURE) es fundamental, que por malas decisiones políticas en Lavalleja no está instalado, hace
12 o 13 años se le dijo que no al CURE, estuvimos en
estos días reunidos con el consejo del CURE y nos
decían que el tren pasó hace 12 años, y para
nosotros como representantes de Lavalleja no hay cosa más horrorosa y horrible que te digan que el tren pasó hace 12 años, cuando
nosotros con Andrea Aviaga y Martín Frachia, los
tres, nos pasamos las vacaciones atendiendo un problema y que esperábamos que en la reunión fuera un sí, y resulta que es un tal vez, hasta el 11 de marzo no se define,
porque un exintendente (Herman Vergara) dijo que no al CURE. ¿Hasta cuándo vamos a
pagar eso nosotros, nuestra sociedad? Que esas cargas o irresponsabilidades las
pague esa persona está bien, pero no
las puede pagar toda la población. En la Región Este somos el único
departamento que no tiene CURE, cuando es un departamento que hace 60 años que su población decrece, o por
estudio o por trabajo, pero no vuelven.
1 comentarios :
Excelente entrevista, en la cual su contenido revela la madurez del político, el valor de su trabajo durante estos años, su conocimiento de la realidad del departamento y sus necesidades.
Destaco su actitud conciliadora a la hora de articular acuerdos, sacar adelante proyectos en beneficio de la sociedad lavallejina.
Creo que es un gran esfuerzo que realiza Luis Ma. para volver a obtener la necesaria representación del PC en Lavalleja, lo que mucha gente lo ve y lo valora y sin dudas se verá de manifiesto en la próxima contienda electoral.
Enhorabuena Luis!
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