Por Richard Muniz
Gerardo Ramos es uno de los tantos minuanos que por
diferentes razones o circunstancias reside desde hace tiempo en el exterior, en
este caso en ciudad de México (CDMX), núcleo urbano más grande de México, así
como el principal centro político, académico, económico, financiero,
empresarial y cultural del país azteca. A sabiendas de nuestro interés por
saber estado, situación y experiencia de los conterráneos en torno a la
pandemia del Covid-19 y con residencia en el extranjero, es que nos comenta que
vive el país azteca junto a su esposa e hijos (mexicanos todos) desde 2006:
“Hola Primera Página. Les cuento que por
estos lares se respira una tensión relativamente contenida pero espesa. El
gobierno no ha aplicado medidas restrictivas estrictas y muchas de ellas
debieron ser tomadas por los encargados de la educación y/o espectáculos públicos
de manera unilateral para poder hacer frente a esta crisis sanitaria global. La
mayoría de las empresas que no son consideradas vitales como la salud,
alimentación y seguridad, han tenido que cerrar, por lo pronto, por un mes pero
no sabemos hasta cuándo puede extenderse este flagelo”. “Más allá de que
obviamente tomarse a la ligera esta pandemia es cuando menos irresponsables
debemos ser”, acotó.
ENTRE EL MIEDO Y EL CORAJE
Describió que el mexicano es “irreverente por idiosincrasia,
por lo cual de aquí han salido la mayoría de los memes en redes sociales. En la
calle poca gente que circula mantiene cierto humor con reservas tras los cuales
esconde ese temor que se prende en cada esquina como garrapata. Por el momento
no se han dado estampidas de gente ni excesivas compras de pánico pero la
pregunta inevitable que flota en el aire es …¿y luego?. Estadios vacíos,
restaurantes cerrados a cal y canto, la Alameda Central (parque público del
Centro Histórico de la Ciudad de México y por su antigüedad 1592, se clasifica
como el más antiguo jardín público de México y de América), juntando hojas
muertas y el Palacio de Bellas Artes (recinto cultural ubicado en el centro
histórico de la ciudad) convertido en mudo testigo de una ciudad que aun no
sabe so agonizar o pensar en revivir”. “Una ciudad con 25 millones de miedos
solidarios que buscan el coraje en la identidad común”, apuntó.
DE LEJOS PERO PELEANDO
Gerardo afirmó que “de lejos sigo los vaivenes de información
que me llegan del paisito pero trato de no intoxicarme de noticias, gran parte
de las cuales son contradictorias”. “Vamo arriba compatriotas, desde donde
estemos vamos a pelear este round”, concluyó.
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