HABRÁ UNA NUEVA EDICIÓN, SEGÚN SE ANUNCIÓ
La
Intendencia Departamental de Lavalleja (IDL) cerró en el Restaurante Nº 65 (Comedor Municipal)
ubicado en Rambla Esther More de Minas los talleres de gastronomía.
Talleristas
y los más de 40 alumnos vinculados al curso recibieron allí a autoridades departamentales y
familiares, quienes compartieron además de la ceremonia de entrega de diplomas,
un brindis con degustación de los productos elaborados especialmente para dicha
ocasión, entre ellos, bondiola a la pizza, al jerez, pan de carne, volovanes rellenos con salsa de champiñones
y palmitas
con palmitos.
SOCIALIZACIÓN
Y APRENDIZAJE
Adriana Baladan, directora de
Servicios Sociales de la comuna, repasó que el taller se desarrolló durante el verano, y que en él “gente de diferentes zonas pudo sociabilizar y aprender cocina en un formato
singular que incluyó la traída de sus propios artículos y llevarse para sus
domicilio el producto elaborado. Otra de las particularidades del curso estuvo
en la enseñanza de los chefs,
quienes explicaron con mucha sencillez cada paso a seguir por parte de los
alumnos”.
“No solo fue un curso de verano,
sino una manera de aprender y lograr una salida laboral para muchos de los participantes ya que por ejemplo
en las tradicionales fiestas de fin de año, vendieron pan dulce y budín inglés elaborados por ellos mismos”, apuntó.
CULTURA
GASTRONÓMICA DEPARTAMENTAL
Jose Belloni, director
departamental de Cultura, consideró que el curso finalizado es “parte de
nuestra cultura gastronómica”. “Estamos muy felices por la conclusión de este
ciclo de verano, que ha sido brillante no solo por los aspectos concernientes a
la enseñanza y aprendizaje de la cocina, sino también por la recepción en la
gente. Esto ocurre siempre apuntando a la política de descentralización ya que
se llegó a todos los lugares posibles del interior del departamento. Hemos
recibido enorme cantidad de cartas de la ciudad como del interior pidiéndonos
la continuación del curso y estamos en condiciones de anunciar que se va
continuar a lo largo de este año”.
Opinó que la gente “entendió que
más allá de aprender para las fiestas, termina siendo una idea excelente para
una salida laboral”.
DESAFÍOS Y
SATISFACCIONES
Violeta Juárez, secretaria
general (interina) de la IDL dijo que fue “una experiencia nueva que encerró
desafíos y satisfacciones personales y de familia, ya que todos disfrutaron a
su medida de una instancia tan importante. No solamente aprendieron sino que (además) adquirieron las herramientas para poder desenvolverse
en el ámbito laboral”.
“Fue notable todo el curso,
apuntó a la enseñanza culinaria y se logró afianzar los valores y la unión
familiar”, indicó.
SATISFACCIÓN
Y CONTINUIDAD VARIADA
Ruben Martínez,
Ricardo Cifuentes y Mirta Rivero, chefs encargados de los talleres,
coincidieron en su satisfacción y agradecieron “la confianza depositada”.
Aseguraron que continuarán
ayudando y sobre todo “vertiendo lo que sabemos”. “Se trató de cocina básica,
no quisimos aburrir con el vocabulario gastronómico sino de ir a la práctica
enseñando todos los días un plato distinto, pero con la intención de que el
alumno se fuera para su casa sabiendo que aprendió sobre el plato en el cual
trabajó durante ese día. Incursionamos en pastelería, en cocina, hicimos
huevos de pascua, pan dulce y budín, en definitiva fue un
curso muy variado”.
Adelantaron que se incursionará
en la bombonería, panadería “y más, para que la gente tenga más conocimento y
pueda así usarlo en la casa para la merienda o la venta”.
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