En la mañana de
ayer se realizó un acto en la Plaza Libertad de Minas, con motivo del 187º
aniversario de la Batalla de Sarandí.
Estuvieron
presentes autoridades departamentales encabezadas por la intendenta Adriana
Peña, junto a directores de áreas de la comuna, ediles y el representante
nacional Pablo Mazzoni, representantes de la Policía y el Ejército, organizaciones
sociales, Centro Comercial, como así también instituciones de Primaria y
Secundaria de Minas, y un muy buen marco de público.
El profesor Álvaro
Varate realizó una reseña histórica de la batalla, en un tiempo acorde para
este tipo de actos, donde generalmente se realizan extensos discursos.
En algunos tramos
de su exposición dijo que “el Gral. Juan Antonio Lavalleja había comenzado la
legendaria empresa de liberar este suelo de la tiranía que entonces ejercía
sobre ella el imperio de Brasil. A las 5 de la mañana, el Ejército Oriental
podía divisar a las fuerzas imperiales que venían al terreno escogido.
Lavalleja, en el camino de Paso de Polanco, a su izquierda Rivera, en el centro
Zufriategui y a la derecha Manuel Oribe. 238 oficiales y 2.122 hombres de tropa. El ejército brasileño
contaba con unos 3.000 hombres de caballería. Los soldados de uno y otro bando
se medían esperando la orden. Lavalleja ordena disparar el cañón. Al tercer
disparo, el Ejército imperial hace sonar el toque a degüello, y después de una
descarga a quemarropa se lanza sobre los patriotas”.
Más adelante recordó
que “la orden de Lavalleja no fue hacer fuego, sino carabina a la espalda y
sable en mano. El historiador Alfredo Castellanos evoca de esta manera los
hechos. El combate se trabó feroz entre lanzamientos de ambas fuerzas a
caballos, en un cuerpo a cuerpo donde el sable era el arma predominante. El
Ejército brasileño fue poco a poco dominado, y finalmente se batió en retirada,
siendo perseguido en la desbandada por los combatientes orientales. En el parte
que redactaba Lavalleja el 14 de octubre, dice: ‘los encontraron, arrollaron,
sablearon y despedazaron, persiguiéndolos más de dos leguas hasta ponerlos en
completa dispersión’”.
Finalizando la
exposición, Varate dijo que “este triunfo significó para la causa libertadora
en lo inmediato, 1.200 carabinas, 800 sables,
650 pistolas, 10.000 cartuchos, además de la caballada. En el mediano
plazo significó el apoyo de las provincias argentinas a nuestra causa. En el
largo plazo, la libertad”.
Finalizada una muy
aplaudida parte oratoria, autoridades departamentales, policiales y castrenses depositaron
ofrendas florales al pie del monumento a Juan Antonio Lavalleja.
Finalizando la
exposición, Varate dijo que “este triunfo significó para la causa libertadora
en lo inmediato, 1.200 carabinas, 800 sables,
650 pistolas, 10.000 cartuchos, además de la caballada. En el mediano
plazo significó el apoyo de las provincias argentinas a nuestra causa. En el
largo plazo, la libertad”.
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