jueves, 25 de octubre de 2012

Fotografía: “el taller te sensibiliza, es otra mirada”

MUESTRA DEL TALLER DE FOTOGRAFÍA DE FERNANDO MORÁN



Por Gorge Gómez.

Con el título “Hechamuchafoto muchafotoporhacer”, se inauguró una estupenda exposición de fotografía en la sala de exposiciones de la Casa de la Juventud de los alumnos del taller de fotografía que dicta en esa institución el fotógrafo Fernando Morán.

TEMA LIBRE

Primera Página conversó con algunos de los responsables de la muestra, en primera instancia con el fotógrafo y profesor del taller, Fernando Morán, quien dijo que fueron cinco meses de trabajo, con un grupo muy interesante por lo heterogéneo, en edades y en búsquedas. Respecto a las temáticas, “la propuesta era totalmente libre, consistió en realizar una serie de imágenes con una unidad, cada uno eligió su tema, hizo los contactos para realizar la fotografía en los caso de trabajos manuales, amigos, oficios. Respecto al color, es también elección personal de cada uno de los participantes. He quedado muy satisfecho por lo logrado”.

UNO POR UNO

Martha Rodríguez, realiza una serie de fotos conmovedoras, sobre un zapatero y una señora que lo acompaña, muy logradas, con una utilización de la luz y la sombra, y la expresividad de los rostros.

Martina Barcelona, la más joven del grupo -15 años- sorprende por la frescura y la calidad de la propuesta, fotos de una joven en diferentes momentos, muy realista, y muy buen ángulo para captar cada foto.

María Noel Romero, muestra ramas y construye unos entramados estéticos muy atractivos.

Natalia Arreche del Sur, la más abstracta del grupo, juega con la luz, los colores y la cercanía de la cámara sobre el objeto.

Raquel Furtado, obtiene bellos cielos de amaneceres o puestas de sol.

Tania Zipitría, enmarca en un solo cuadro varias fotos de desnudos.

Emanuel Martínez, espléndidas fotos de contrastes, luz y sombra en diferentes objetos y lugares.

Ana Larrosa, al parecer pretendió hacer un trabajo más que nada documental sobre el calagualero y yuyero Hugo Pimienta.

Andrés de León, una serie de fotos verticales en blanco y negro con algunos hallazgos plásticos muy atractivos, la intensidad de las líneas, los planos y la profundidad. Reconoce de León que el blanco y negro “no lo hacía, ni la foto vertical, todo lo empecé a trabajar en el curso, que me ha abierto muchos frentes de conocimiento y decidí explorar algo nuevo, algo que yo no hacía”.

Leticia Martínez, fotografía con mucho amor y entrega, homenajea a su abuela de 92 años, y eso lo trasmite a través de distintos momentos, donde la cercanía de la cámara muestra las manos, la piel de esa abuela, con el paso inexorable del tiempo, o cuando derrocha ternura al mostrar la sonrisa, a través del alejamiento de la cámara. Dijo que “después de 400 fotos que le saqué, elegí estas, y es un homenaje a la vida, ella es muy especial para mí”.

Lucía González, hace una explosiva conjunción de luz y color a través de mujeres feriantes en Perú, hay un gran equilibrio plástico en cada foto.

María Elvira Seré, hace varios retratos de niñas de Copacabana Lago Titicaca Bolivia, sensibilidad, color, ternura, luz y una capacidad innata para captar ese instante con expresiones riquísimas.

Nicolás Mazzoni presenta una serie de fotos de fondo blanco, que trasmiten una secuencia del trabajo de un hombre en primer plano en el apiario, muy cercano al cine, “lo pensé desde el punto de vista cinematográfico, porque es como una secuencia” y sobre ese blanco que se ve en la foto, explicó que “en una de las clases dimos con Fernando sobre ‘El primer contacto’ -que así se denomina-, lo conocía pero no lo había experimentado, que es el negativo positivado, y me gustó hacerlo de esa forma”. Lo que significa una estética diferente, jugada.

EL TALLER

Coincidieron algunos de los alumnos al ser consultados por Primera Página sobre la importancia del taller desde distintos planos, González recordó que ya venía desde el año pasado estudiando con Fernando Morán, “con una perspectiva -que va más allá del hobby-, de avanzar en el ver cada fotos, en agilizar el ojo. Al comenzar con el entrenamiento del taller, te exige estar mirando siempre”. Para Mazzoni el taller ha sido “una buena experiencia porque Fernando se brinda mucho, deja todo en las clases, es muy profesional y muy cercano a nosotros, y aprendimos mucho con la experimentación, conociendo las obras de fotógrafos afamados, distintas formas de hacer fotografía, hacíamos los ejercicios, y llegamos a la exposición, donde cada uno hizo ‘sus fotos’ como le gusta decir a Fernando”. Para Arreche asistir al taller fue “además de sentirme muy bien en el curso, me permitió encontrar una forma de expresarme a través de un lenguaje de imágenes único, con total libertad y aprendiendo siempre”.

LA BÚSQUEDA DE “LA” FOTO

González contó como se va disparando “la constante búsqueda de hacer ‘la’ foto, que la siguiente sea mejor”. Martínez destacó que “al empezar a estudiar uno cambia la perspectiva de la mirada, está observando casi inconcientemente, y se ven diferente las cosas, ves algo y me sale ‘que buena foto podía ser eso’. Me gustaría tener siempre la cámara conmigo”. De León apunta a otros rasgos dado que tenía experiencia previa en la fotografía por su trabajo en informática, “pero era algo más técnico, acá fue un trabajo de sensibilización muy importante. Y eso te cambia la cabeza, la mirada”. Coincide Arreche que “el taller te sensibiliza, aprendés a mirar cómo ve la cámara que, es otra mirada, porque uno va por la vida y no va viendo muchas cosas, a partir de esa sensibilización hay otro gesto, otra actitud, y eso está buenísimo”, concluyó.








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