SE ENTREGARON LOS PREMIOS DEL CONCURSO NACIONAL DE CUENTO
PARA ASISTENTES A TALLERES LITERARIOS 2011
Se palpaba la emoción y la alegría en la colmada sala de
actos de la Casa de la Cultura en la tarde del sábado. Era la entrega de
premios del 2º Concurso Nacional de Cuento Breve para asistentes a Talleres
Literarios - Cuentos del Taller 2011, organizado por la Fundación Lolita
Rubial, con el apoyo de Rumbo Editorial, Quipus y Zonalibros, y declarado de
Interés Cultural por el Ministerio de Educación y Cultura, al que se
presentaron 575 cuentos, 390 talleristas y 74 talleres literarios (31 del
interior y 43 de Montevideo), lo que generó una intensa tarea al jurado
integrado por Ricardo Pallares, Óscar Lebel y Cecilia Manzione. Los cuentos
fueron publicados en un precioso libro que fue presentado en dicho acto.
PREMIOS
Gran Premio Nacional:
Olga Segurola, taller Obrabierta (Mercedes – Soriano), por el cuento “En la
cafetería”.
Primer Premio
Montevideo: Graciela Estévez, taller Esquinas, por el cuento “El pozo”.
Primer Premio
Interior: Juan Carlos Ferreira, taller Horacio Quiroga (Salto) por el
cuento “El patio de la escuela”.
Menciones interior:
Jesús Giribone (Colonia Nicolich – Canelones); Juana Rodríguez (Paysandú);
Silvia Laplace (Atlántida); María Celeste Medina (Treinta y Tres).
Menciones Montevideo:
Laura Santestevan; Sandra Arévalo; Alicia Cabrera; Julio Badía; José López;
Horacio Corzoglio; Jorge Velázquez (2 menciones); Mabel Irigoyen.
EN MINAS NO HAY TALLERES
En la contratapa del libro la Fundación Lolita Rubial
expresa que el objetivo de este concurso es “apoyar y respaldar la labor de los
Talleres Literarios (instrumentos eficaces para la formación de inquietos
lectores, y de los escritores del siglo XXI). Deseamos felicitar a todos los
escritores participantes y agradecer a los coordinadores de los diferentes
talleres por el apoyo y respaldo brindado al proyecto”.
Cecilia Manzione, presidenta de la Fundación Lolita Rubial e
integrante del jurado, expresó que “fue un éxito rotundo, por el número de
talleres, de participantes y de obras, y después ver el libro que está muy
lindo impreso, es muy importante para quienes participaron y significa la
concreción del trabajo ver su obra en un libro”.
Al señalarle a Manzione que Lavalleja no tuvo representantes
en el concurso, dijo que “eso es una cosa muy interesante, porque la
convocatoria parte de Minas, pero acá no hay talleres literarios, ha habido,
pero hoy no hay, y eso es un debe con la literatura, con los escritores”.
Jorge Sayagués, integrante de la Fundación, expresó que en
el acto de premiación se abría la convocatoria para el concurso Cuentos de
Taller 2013, “que dado la cantidad de cuentos presentados, la entrega de los
premios se realizará en el 2015, porque se necesita mucho tiempo, es mucho
trabajo para el jurado, el que es honorario”.
“ES UN HONOR”
Primera Página conversó con la escritora ganadora Olga Segurola,
quien contó que asiste al taller Obrabierta que coordina el profesor Daniel
Quijano, en Mercedes. “Luego de jubilarme y de vivir muchos años en Montevideo,
volví a Mercedes, y me integré al taller, que realiza una labor linda para
quienes vemos en la lectura y en la escritura la posibilidad de hablar de
nuestra creatividad, sensibilidad, humor, y todo eso lo volcamos en los
trabajos”.
Segurola presentó el cuento “En la cafetería”, que ganó el Primer
Premio Nacional. Señala que “era un cuento que lo tenía ahí, sin terminar, al
ver las bases del concurso, lo analicé y lo reformulé, lo leímos, y decidimos
enviarlo. Transcurre en una cafetería en Montevideo -18 de Julio y Yi-, contado a través de varias voces, espero que
lo lean y les guste. Estoy muy agradecida por haber ganado este premio”, dijo
visiblemente emocionada. La acompañaba Quijano, quien expresó que “es una
experiencia muy gratificante que Olga ganara, y que el taller Obrabierta esté
respaldando este trabajo. Este es uno de los premios más prestigioso que se da
en nuestro país, y que gane un taller del interior frente a la gran cantidad de
talleres de Montevideo, es un gran honor, estamos muy agradecidos”.
TALLERES LITERARIOS
Al preguntarle a Quijano, sobre el trabajo del taller,
expresó que se reúnen dos veces al mes. En la primera trabajan sobre un autor,
“sus características, estilos, por dónde va ese autor, qué tipo de narrativa o
poética tiene, y se plantea un trabajo que puede ser un título, la creación de
un personaje, de una historia, una descripción, los talleristas eligen”. En el
segundo encuentro se leen las propuestas realizadas, “se trabaja la parte
técnica, se orienta, no se enseña a escribir, porque lo que ellos deben buscar
es su propia voz, su propio trabajo, y en la orientación -que es lo que yo
realizo-, van encontrando su estilo de escritura. Se trabaja con la palabra, es
la construcción continua del lenguaje, y eso es el trabajo personal de cada uno”.
Agregó Segurola que en el trabajo del taller, el profesor
hace una propuesta, “pero cuando volvemos con los trabajos son todos
diferentes, algunos con un humor, con una imaginación fantástico, y eso lo
compartimos y nos enriquece”.
Sobre las críticas que se hacen ante la obra, Quijano señala
que “eso se maneja desde el respeto y la amistad, hace tiempo que están juntos,
y eso es parte de la base para que el taller funcione, entonces las críticas
pasan por la construcción y además es trabajo de taller, sabemos que se va a
criticar, se va a incentivar el trabajo. Hay que potenciar lo positivo y
trabajar los aspectos a mejorar, el taller es un proceso, por lo que siempre se
va a tener que trabajar”.
EMOCIONES VARIAS
El acto contó con la conducción de Rosmary Cardozo y Gabriel
Fernández. En la apertura habló el secretario general de la Fundación Lolita
Rubial, quien dio la bienvenida, y manifestó que era “una alegría que estén en
Minas, Ciudad Cultural de las Sierras, y en este acto de premiación a quienes
están intentando leer mejor y fundamentalmente crear cuentos, crear literatura,
escribir para uno mismo y para los otros”. Destacó que es “importante estimular
y apoyar la labor de los talleres literarios en los distintos puntos del país,
que vienen trabajando de forma sostenida, con personas de diferentes edades, en
talleres de pueblitos pequeños del interior, en las Casas de la Cultura o en clubes,
o en una ciudad como Montevideo”.
Antes de comenzar la premiación, el artista Emiliano Álvarez
interpretó tres canciones, provocando con su voz y su guitarra el deleite y la
sensibilidad de la colmada sala de la Casa de la Cultura, con una excelente
elección de temas para el acto.
Luego se hizo el reconocimiento a los talleres con la
entrega de un diploma, el libro “Cuentos de Taller 2011” y de las menciones y
los premios.
EL LIBRO
Eran muy expresivos los rostros de los talleristas o sus
orientadores al abrir el libro y ver su nombre y su obra impresa. Es un libro
que vale la pena leer, por la amplitud temática, el uso del lenguaje desde el
más riguroso de la narrativa, al que contiene una importante carga poética
implícita, al humor, a la mirada social y política, y a la potencialización de
la memoria. Un bello libro tanto como objeto, como por su contenido.
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