domingo, 22 de mayo de 2016

Grupo de Teatro La Villa festejó sus 20 años

Y, sí. Contradiciendo el tango que decía que 20 años no es nada, para un grupo de teatro es un largo camino recorrido, es mantener una llama de la cultura encendida, y más en una comunidad de pocos habitantes, es complejo, es difícil, porque está siempre en movimiento, porque el teatro es hecho por muchos, es de presencias y no de ausencias, y la vida de los integrantes es ese ir y venir, es el ingreso de nuevos, es el sostener de los que como pilares empezaron alimentando una utopía -como es el arte-, que nunca termina pero a su vez es tan pasajera como profunda.

EL MISMO AMOR Y LA MISMA PASIÓN
Primera Página conversó con Ana Lilián González, actriz y dramaturga, integrante del Grupo de Teatro La Villa, quien recordó que “en el año 1995, durante el gobierno de Héctor Leis -según me ha contado Carlitos Ximénez- se formó una Comisión de Cultura en Solís de Mataojo y comenzaron a funcionar los primeros talleres de danza, pintura, coro, entre otros. Uno de los integrantes de Comisión de Cultura -Daniel Hernández- se puso en contacto con Ximénez y le propuso llevar adelante un taller de teatro. Carlitos dijo que sí, y lo más insólito es que dijo que sí y gratis, dijo que ‘Si es para La Villa, no voy a cobrar nada’ y hasta hoy está. Comenzó a funcionar el taller en 1996, y ese mismo año se presentó el primer acto de “En familia” de Florencio Sánchez. Yo me uní al grupo 1998, pero estoy segura que el grupo surge por la inquietud de personas que sentían el mismo amor y la misma pasión que sentimos los integrantes que actualmente estamos en el grupo La Villa”.

¿Quiénes lo integraban?
No quiero olvidar a nadie, pero fijándome en los programas que conservamos de ese año los integrantes eran Milka Hernández, Elsa Acosta, Aldibar Pereira, Natalia Dorrego, Marcelo Alonzo, Daniel Hernández, Gustavo Olivero, Lilián Caraballo, que continúa en el grupo, y los niños Ledy Martín, que también actualmente está en el grupo Tatiana Alonzo, Ezequiel González, Natali Silvera y Stefani Delgado.

¿Qué autores fueron los primeros que hicieron?
El repertorio es muy variado, hemos trabajado muchos autores a lo largo de los 20 años. Se comenzó con Florencio Sánchez y Federico García Lorca, aunque ese año solamente se estrenó la obra de Sánchez, “En Familia”.
Florencio ha sido un autor muy representado, lo hicimos también en el 97 y en el 98. Después vinieron Jacinto Benavente, Olga Del Corral, Tennessee Williams, Juan Graña, Carlos Manuel Varela, Henrik Ibsen, Ernesto Herrera, Antón Chejov, Carlos Gorostiza, August Strimberg, Santiago Serrano, Michel De Ghelderode, Eugene Ionesco, Miguel de Cervantes, Raúl Enríquez, Carlos Extseba, Berthold Bretch, Pilar Murillo, Lope De Vega, y Ana Lilián González (ríe). Me da un poco de vergüenza poner mi nombre junto a los autores que trabajamos.

¿Cómo está integrado hoy?
Actualmente el grupo está integrado por Lilián Caraballo, Liliana De León,
Jacqueline Anchordoqui, Ana Estévez, Luciano Rodríguez, Guadalupe Espinosa, Iván Rodríguez, Esteban Baz, Chichita Cabrera, Ledy Martín, Marita Poncet y Cristina Pérez (escenografía), Horacio Rodríguez (sonido y luces) y yo.

¿Qué significado tiene para ustedes el teatro donde todo es amateur, por amor al arte?
Es muy difícil mantener un grupo de teatro, y más difícil en un pueblo del interior donde el apoyo es mínimo, si bien nosotros comenzamos como taller de la Casa de la Cultura, actualmente y desde hace unos cuantos años funcionamos como grupo independiente. Nunca cobramos entrada, este año fue la primera vez que hicimos unos números de rifa para poder cubrir algunos gastos de la celebración de los 20 años. Creo que continuamos gracias a la gente que nos apoya cada vez que hacemos una función llenando la sala, gracias a algunas instituciones que siempre han brindado sus instalaciones gratuitamente para poder representar las obras, como el Club Social Solís y el Liceo Cuna de Fabini. Gracias a los vecinos que siempre que necesitamos algo están dispuestos a prestarlo, ya sea muebles, vestuario, hasta una planta. Gracias a los integrantes del grupo que hacemos esto porque nos gusta, por el placer de recibir un aplauso al final de la función, porque esa es la única recompensa que nos llevamos en estos 20 años. Porque hacer lo que a uno le gusta es lo más importante y hacerlo con amor es determinante para que la gente te devuelva un poquito de lo que le brindas. Y más que nada gracias a Carlitos Ximénez, nuestro director, que nos ha contagiado el amor por el teatro, y que nos ha mantenido unidos después de tanto tiempo. El teatro forma parte de nuestras vidas, no puedo hablar por todos, pero para mí el teatro es una de las mejores cosas de mi vida, el teatro es magia, es amor, es trabajo. Así que supongo que para todos significa mucho hacer teatro durante 20 años y llevarlo a todas partes desde un pueblo muy chico pero muy rico culturalmente.

¿Cuál es la respuesta frente a las puestas en escenas para la comunidad de Solís?
Al público lo acostumbramos a ver teatro. Al principio iba todo el mundo porque era una novedad, pero fue quedando la gente que realmente disfruta del teatro. No podemos quejarnos, siempre actuamos a sala llena, incluso cuando salimos a otras localidades, y lo más importante es que el público después de cada función te aplaude, se acerca y te da palabras de aliento para seguir trabajando, te piden que sigas adelante, y creo que eso es lo principal. Intentamos hacer un trabajo serio, digno, responsable, y de elegir proyectos que al público le llegue.

En tu caso, eres autora de muchos textos que se han representado. ¿Cómo lo viviste?
Es raro, porque a mí no me gusta mucho hablar sobre eso, y me da un poco de vergüenza poner mi nombre ahí en el programa donde va el nombre del autor. Y no es falsa modestia. Lo divertido es que casi siempre participo de las obras que escribo y por lo general es como que no tengo presente quién la escribió, ni siquiera pienso antes de estrenar una obra si al público le gustará lo que escribí, antes de entrar a escena me preocupan más otras cosas que el de ser la autora de la obra. Lo vivo diferente. Pero es muy lindo cuando se dan cuenta que la actriz es la misma que la autora y te felicitan también por ese trabajo. Es bueno poder decir cosas, y mejor aún es que alguien las escuche y mejor todavía es que las escuche y se vaya para su casa pensando. Es difícil escribir, por eso utilizo mucho el humor para decir lo que puede resultar difícil de escuchar. Yo le debo a este grupo que se conozca lo que hago y a Ximénez que está muy loco y confía plenamente cuando le digo que tengo otra obra para representar.

¿Cuáles son los planes a futuro del Grupo La Villa?
Luego de los festejos que hemos tenido, vamos a seguir festejando, con más funciones en el Club Social Solís, festejamos con una obra mía, “Las Divorciadas”, e hicimos con la Comedia Departamental, que nos visitó con la obra “La Risa de Chejov”, otra obra mía “Viejas eran las de antes” las hicimos de forma conjunta. Y más adelante, no sabemos aún, este año contamos con Pierino Zorzini, actor y director de teatro “El Galpón” que comenzó a trabajar con nosotros justo para estrenar estas dos obras para nuestro aniversario. Creo que es un gran aprendizaje para el grupo trabajar con otro director, y queremos con todas las ganas, seguir sumando y seguir creciendo.

Festejar los 20 años, ¿es un sueño cumplido?
El año pasado teníamos el sueño de festejar nuestros 20 años, y se hizo realidad con un acto en la Casa de la Cultura, que fue solo el comienzo.

Recibimos a los compañeros que ya no están formando parte del grupo pero que en algún momento pasaron por él y les hicimos entrega de un pequeño recuerdo, inauguramos una exposición donde contamos un poco la historia del grupo a través de imágenes, de vestuarios y de programas de teatro. Y por último brindamos por 20 años de teatro. Como dice Ximénez, Gracias, gracias, gracias.

por Gorge Gómez

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