jueves, 7 de mayo de 2020

Diego Munúa: “Lo que hicimos fue adecuar los precios, y eso implicó bajarlos”

EL DELIVERY ES LA ÚNICA SALIDA QUE TENEMOS, LLEVARTE LA COMIDA A TU CASA CON TODAS LAS MEDIDAS DE PRECAUCIÓN

 Entre los cambios de hábitos generados con la pandemia del coronavirus, está la no asistencia a los centros gastronómicos. Primera Página consultó a Diego Munúa, uno de los responsables del restaurante Ki-Joia, ubicado en la plaza Libertad de Minas. Diego es además un músico reconocido en todo el país como percusionista.

Munúa comenzó señalando sin quejas, aceptando la realidad que el rubro de la gastronomía ha sido muy golpeado, todos los comercios que trabajan con público y que incluyen vida social. Ha sido muy golpeado porque cerramos el local durante un mes por las prescripciones y medidas cautelares que se tomaron, y eso hizo que estuviéramos en una situación angustiante, es una realidad que no esperábamos.

 

Los operadores se reunieron con la intendente Adriana Peña donde se plantearon alternativas.

La IDL llamó a los operadores turísticos para buscar medidas paliativas a la situación. Allí se propusieron varias cosas, por ejemplo sacar la tarifa comercial de UTE y OSE y que cobren la tarifa común para aliviar los costos de consumo. Se habló eliminar este año la contribución inmobiliaria a los propietarios, y tomar la misma medida con los propietarios que alquilan -caso de Ki-Joia que el local es alquilado- pero que este propietario la traduzca en descuento a los inquilinos. Y se tiraron más ideas, como pedir al Ministerio de Turismo una subvención para el rubro gastronomía para poder afrontar las pérdidas ocasionadas por el virus. Se habló de reagendar algún evento cuando se normalice la situación, y hacerlos exclusivamente gente de Minas, para que tengan la oportunidad de trabajar y verse beneficiados. Son medidas que no son soluciones globales de nada, pero una y otra se las junta y pueden ayudar.

 

Ki-Joia hace unas semanas viene trabajando en sistema delivery (reparto a domicilio), llevan la comida a la casa. ¿Cómo ha sido la respuesta de la gente?

La verdad que la respuesta ha sido muy buena, queremos agradecer al público, a los clientes, y a amigos que nos apoyan con esta medida que es como la única salida que tenemos en el rubro, el reparto a domicilio, llevarte la comida a tu casa tomando todas las medidas de precaución y profilaxis. Estamos trabajando mucho, atendemos muchos pedidos, hemos llevado las exquisiteces de Ki-Joia a la casa.

 

Pero fue un cambio fuerte

Oh, sí, es un rubro totalmente diferente al que estábamos acostumbrados, tenemos que pensar muy cuidadosamente todo. Qué y cuáles son los alimentos para que lleguen bien y en óptimas condiciones a la casa del cliente. Hay platos cuyos ingredientes no se adecuan como para llegar en condiciones de temperatura al momento de ser comidos, hemos ido testeando y ver que el menú contenga elementos todos aptos para un delivery.


¿Hay platos que el comensal lo termina de preparar en la casa o todo sale pronto de Ki-Joia?

 No, lo que hacemos es que llegue el plato pronto, que llegue ese producto final y en condiciones, tenemos un packing (embalaje) adecuado, los recipientes aseguran que la comida llegue con óptima temperatura, y tener el suficiente personal de delivery para que el pedido salga a la calle y en no más de 10 minutos esté en la casa.

 

¿Cómo elaboraron la carta? ¿Pocos platos? ¿Dos o tres básicos y otros rotativos?

 Esto nos llevó a adecuarnos también porque hubo una reducción de personal, porque no es el mismo ingreso que cuando tenés el boliche abierto y lleno de gente, y por lo tanto no podemos abrir la carta en toda su extensión como es la carta de Ki-Joia, que implica mucho personal, elaboración y demás, y entonces hacemos cuatro o cinco opciones de menú diario y las vamos cambiando y variando para que la gente logre tener la variedad pero en diferentes días. Sí, los platos clásicos de Ki-Joia, como son las milanesas de ternera, el chivito canadiense, o los sorrentinos de jamón y queso que son clásicos, y la gente siempre los pide, bueno nosotros siempre tenemos esos platos. Tenemos también canelones, comidas de olla, son comidas que se prestan para el delivery porque llegan calientes. No pasa lo mismo con lo que se hace en la parrilla que es más complicado para que la carne llegue caliente y bien, solo tenemos parrilla los domingos, hay que hacer un estudio de todo eso como decía antes, testear qué se puede y que no.

 

¿Qué receptividad tienen los postres y bebidas con el delivery?

Tenemos dos o tres variedades de postres que vamos cambiando. Está el clásico brownie de Ki-Joia, el flancito casero con dulce de leche que siempre está en el ranking, también la isla flotante. Esto fue una curiosidad que como no había manejado el delivery antes, nos dimos cuenta que no se acostumbra a pedir postre, solo piden la comida. Esa es otra diferencia, cuando la gente come en la mesa de Ki-Joia, le vendés el postre o un café o también cuando piden la comida están las entraditas. O las bebidas, que por lo general ya la tenés o la comprás en el almacén más barata. O sea en la mesa termina gastando casi el doble de lo que puede ser el delivery.

 

¿Qué días están?

Estamos de jueves a domingo al mediodía y a la noche hasta las 23 horas, y solo los domingos tenemos parrilla y en lo posible que vayan a buscar si pueden, pero también la llevamos lo más rápido posible.

 

¿Cómo se hacen los pedidos con tiempo o se piden y ustedes preparan y el delivery lleva?

Las dos cosas. Están los que llaman al 444 2 5884 de Ki-Joia, con tiempo, que seria lo ideal, porque se combina una hora y a esa hora está la comida en la casa. Y están los que llaman a la hora que tienen hambre, y ahí después de pedirlo tienen una espera de 20 minutos.

 

¿Cómo son los costos? ¿Variaron los precios a lo que era la atención dentro de Ki-Joia?

Los precios bajaron, porque con el delivery no se puede cobrar tan caro como cuando tenés el servicio en la mesa, con la atención del mozo y los servicios del local. Lo que hicimos fue adecuar los precios, y eso implicó bajarlos, ni los subimos ni los dejamos como estaban, bajamos los precios, y también bajó el presupuesto de personal, estamos trabajando cuatro de un total de trece empleados, y eso es una baja importante en los gastos, bajaron los costos de luz porque trabajamos de jueves a domingo, en horario más reducido. 

    

¿Cómo ve que viene esto de la pandemia?

Es una sensación de incertidumbre total, porque nadie sabe exactamente qué va a pasar, hacia dónde vamos. Hasta ahora parece que son pocos los casos de fallecidos con respecto a otros países, y en Lavalleja muy pocos para el nivel del país, o sea que de seguir así controlada todos esperamos que vaya evolucionando con normalidad y más rápidamente. En la reunión de los operadores turísticos de Lavalleja con la intendente Peña, se habló que si sigue con pocos casos, se podrían abrir las fronteras del departamento para de a poco vuelvan a llegar visitantes, porque de ellos vivimos también. Es una situación compleja para la gente del rubro gastronómico.

 

Finalmente le iba a pedir para hablar con el músico, con el baterista Diego Munúa (risas) para que contara cómo están viviendo esta situación los músicos.

Es tremendo. Teníamos 15 fechas con Chala Madre y se bajaron como se bajaron todos los espectáculos públicos, quedamos todos en cero, y los músicos colegas están dando clases por internet, por la aplicación Zoom, y es el único ingreso que pueden tener. Obviamente, al alumno le gusta tenerlo en vivo y en directo al profesor, y hay muchos que no aceptan la modalidad y si no tocás en vivo y no te podés arreglar, es bravo vivir. Hay que poner el pecho a las balas, reinventarse, y es una situación que moviliza todo nuestro interior como para replantearse cosas, replantearse alternativas, porque hay que vivir. Es como si estuviéramos en un sueño, en una película, es dantesco.


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