Si imaginábamos el partido previo a su
disputa, si lo pensábamos desde lo factible, desde lo posible; seguramente
sería muy parecido a como realmente fue. Es decir, trabado, luchado,
entrecortado y muy parejo.
Florida recibía a Lavalleja en el choque de ida de cuartos de final, y en el coqueto y muy bien presentado estadio “Campeones Olímpicos”, vimos un partido ardorosamente disputado, con dos equipos que se conocían, y no tenían el mínimo interés de otorgarle ventajas a su rival. Así, Lavalleja presentó la misma oncena que logró la brillante clasificación en Durazno el fin de semana anterior.
En teoría, cuatro en el
fondo, que en la práctica generalmente eran tres, porque Maico Correa, sin
marca personal asignada, se sumaba a la zona de volantes. Diego Rodríguez y
Emiliano Hernández tomaban referencias personales, permitiendo a Sebastián
Suárez que hiciera las veces de líbero. Ruben Abreu era el bastión defensivo
del medio campo. Marcaba y tapaba huecos de continuo. Colaboraban Alexis Duque
y “Kily” González, y con eso se controlaba en buena medida el accionar ofensivo
del locatario. Pero la otra mitad del libreto estaba lejos de cumplirse. Porque
tuvimos muchos problemas de manejo. Impreciso “Rubito”, tapado Duque, poco
participativos Corbo y Cristian González. Entonces la pelota no llegaba clara a
los puntas. “Juani”, movedizo, buscaba por todo el frente del ataque; mucho más estático Amorín, no la recibía.
Entonces no generábamos.
Aunque la realidad de Florida no era muy distinta. Sus
únicas posibilidades claras surgían cuando Federico Sanne encaraba a Diego Rodríguez sobre las
bandas, por más que lo hizo muy esporádicamente. A los 37’ llegó la más clara jugada
de gol del primer tiempo; aparición de Sanne solo por el área y notable salvada
de Alzogaray con sus piernas. Para el complemento, Manuel Abreu sustituye a
“Kily”, se retrasa De Barbieri y Lavalleja sale con otra postura. Enseguida
llegó la aproximación serrana; bien Manuel por derecha y casi gol de Mario
Amorín por adentro. Pero todo quedó en insinuaciones. Florida buscaba con
Ledesma por derecha, olvidándose de Sanne y equivocando la estrategia.
Seguimos
firmes en el fondo. Se afirmó Suárez, se plegó Maico a la defensa, y las
situaciones de riesgo fueron escaseando. Faltando 17’ ingresó Nicolás Gamarra, y
demostró en poco rato, que es, por muerte, el jugador mejor dotado para crear
juego en nuestra selección. De sus pies salieron asistencias, remates y
elaboración productiva. Jugó e hizo jugar, pero el tiempo era demasiado poco.
Sobre el final, ambos equipos parecieron satisfechos con el resultado.
Lavalleja se trajo un punto, y Florida no recibió goles.
0 comentarios :
Publicar un comentario