Profesor Tabaré de León

Setiembre del 87 lo vio llegar a Minas con su esposa Margot y sus hijos Marcia de 9 años y Jerónimo de 3. Tanto Tabaré como Margot, profesores de Educación Física, enseguida se instalaron en el mundo deportivo minuano. Apenas en dos meses ya se formaba la Escuela de Voleibol de Minas que albergó a más de 100 niños y niñas de donde saldría la primera camada de campeonas. La Escuelita continuó su camino por el club Unión, el club 25 de Agosto, el Centro de Protección de Choferes hasta instalarse definitivamente en el Centro Democrático en el año 1990. En esa “barrita loca tan descontrolada” del Demo se consolidan varias generaciones que posteriormente conquistarían innumerables logros deportivos.

1993 es el año de los primeros festejos. Campeonas Sudamericanas Estudiantiles y posteriormente primer Campeonato Nacional para Lavalleja en categoría Juveniles de la mano del Profesor.

En 1994 se confirma un trabajo exitoso y un profesional que se mostraba en el concierto Nacional como de avanzada. Tres categorías de cuatro existentes en Formativas logran ser las mejores del país y Lavalleja muestra que ha preparado a las mejores chicas entre las edades de 13 y 17 años.

1995 verá a Tabaré trabajando para el club Plaza de Nueva Helvecia -- de los más importantes históricamente del interior- que lo contrata por sus sobradas condiciones.

1997 será el turno para el club Progreso de Treinta y Tres de llevarse al profesional para iniciar un nuevo ciclo del voleibol olimareño. Prácticamente arrancando de cero pone a las chicas de Treinta y Tres en el tope del voleibol Nacional, conquistando en el 99 su primer título.

En el 2000 vuelve a Minas comenzando su etapa empresarial. En 2001 abre DEMODEPORTE y Minas cuenta con una nueva oferta deportivo-social muy completa, apuntando al deporte de los niños.

Su constante vocación docente lo hace volver a las canchas donde comenzará a preparar las generaciones que dominarán el voleibol estudiantil Nacional por más de 8 años consecutivos. Sus convicciones en cuanto al mejor desarrollo deportivo de las chicas hace que constantemente se presente en Torneos en el sur de Brasil y litoral argentino, ganándose el respeto de profesionales de la región. Diez años empresariales le quitan algo de fuerza en otros campos por lo cual se aboca únicamente a la docencia del Fabini, actividad central de Tabaré desde que la empezara muy joven en el Liceo Zorrilla de Montevideo allá por los 80. Su dedicación al voleibol femenino ahora la extiende al masculino donde enamora a varias generaciones con este deporte por demás apagado en nuestra ciudad. El Liceo Fabini también comienza a ser potencia en el voleibol de varones

estudiantiles lo que se ve plasmado en diciembre del 2014 cuando Tabaré comanda los equipos de las dos ramas que representaron a Uruguay en los Sudamericanos Estudiantiles de ese año. En 2013 recibe el Premio Morosoli por su aporte a la Cultura desde la docencia.

Ya con un pie en el descanso como profesional de secundaria, se instala junto a Margot en Bello Horizonte para aprovechar a sus dos nietos --Icaro y Serena-, pero su cabeza no deja de pensar en nuevas actividades y desafíos.

Las redes sociales hablan de sus logros, de su calidad como profesor, docente y persona. Debemos agregar el gran hombre de familia, el pensador revolucionario, el constante crítico del sistema que lo rodea, al que nunca dio el brazo a torcer.

Todos agradecemos como se instaló en nuestras vidas. En lo personal, un gran maestro y compañero del cual se aprendieron muchas cosas, pero lo esencial, su incondicional compromiso con la profesión. “No puede ser que en la ciudad donde vivo, el deporte que amo y puedo enseñar, no

tenga una estructura y por ende un desarrollo?. Este concepto lo pinta y nos compromete a todos los que trabajamos en este rubro.

Gracias por todo Taba. Siempre estarás presente porque te los has ganado. Abrazo eterno. Bocha.

Óscar Tellechea

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