miércoles, 25 de febrero de 2015

Perla Morandí y los diez años del MIDES

La propuesta fue hacer, con Perla Morandí una recorrida por la historia del Ministerio de Desarrollo Social, (MIDES) del cual es directora por Lavalleja desde su creación hace ya diez años por decreto del presidente Tabaré Vázquez, al asumir el 1º de marzo de 2005. Morandí señaló que “en algún momento en la historia del Uruguay, el MIDES va a tener que ser valorado, porque es el primer ministerio que se arma de la nada, sin nada para infraestructura ni para recursos humanos. Todo el presupuesto que se consignó a la creación fue destinado a la emergencia social que vivía el país, había un millón de pobres, y 
dentro de ese número había gente que literalmente se estaba muriendo de hambre, en especial niños y adultos mayores. En Lavalleja teníamos un 30% de pobreza, son muchas personas”.
Para Morandí el MIDES “vino para quedarse, su rol fundamental es coordinar, articular, y hacer llegar a cada ciudadano lo que le corresponde, y la meta final es que todos puedan usufructuar de sus derechos, no importa su condición, ni el lugar donde vive, ni su género, y queda mucho trabajo para hacer todavía”.     

DESCENTRALIZAR

Recordó Morandí, que al crearse el ministerio comenzó un trabajo de descentralización, “ahí fue que nos convocan, buscaban una persona por departamento, frenteamplista, que hubiera trabajado en las políticas sociales departamentales y, como en mi caso, que pudiera pasar en comisión al ministerio, que fuera funcionaria pública”. Morandí estaba viviendo en Maldonado desde hacía pocos meses. Ocupaba su cargo docente y tenía un trabajo administrativo, “lo que me permitía buenos ingresos”. En junio 2005, le proponen el cargo, “porque la ministra, Marina Arismendi se puso como meta descentralizar, con por lo menos un referente en cada departamento, que conociera la realidad y el territorio. Yo había sido militante de siempre del Frente Amplio (FA), había sido edila, había trabajado en políticas sociales en la Junta Departamental, y lo asumí -quedé con mi sueldo de maestra que no era mucho en aquel momento-, pero me gustaba el desafío, el trabajo, después de tantos años de luchar para que el FA asumiera el gobierno nacional, y cuando me necesitaron para una tarea decir que no me parecía que no estaba bien. Y así, estoy aquí desde ese día”.
Evoca Morandí aquella primera reunión de todos los coordinadores departamentales del MIDES, el 8 de junio de 2005, “el trabajo que nos pidieron fue la instalación del Plan de Emergencia en todo el país. Nos dieron una caja de cartón que contenía las inscripciones de las personas que solicitaban el Plan de Emergencia en el departamento. Con esa caja volví a Minas y me puse a organizar las visitas de más de 5.000 familias. Apelamos a instituciones como el Instituto de Formación Docente, para que los estudiantes nos pudieran dar una mano en las primeras salidas. Empezamos por Minas, luego se convocó a voluntarios para ir al interior, de junio a diciembre se hicieron todas las visitas que había que hacer, trabajaron más de 200 voluntarios -estudiantes, funcionarios públicos, de AEBU, jubilados- de cualquier pelo político, se armaron grupos en cada pueblo, los maestros que estuvieron siempre a la orden, y también el apoyo de organismos públicos para brindarnos infraestructura -IFD, Ministerio de Vivienda, INAU, AEBU, Casa de la Juventud-”. Agrega con pesar que “nunca el gobierno departamental nos brindó colaboración en los comienzos. En todos los departamentos proporcionaban espacios físicos e infraestructura para trabajar, y también locomoción, y eran intendencias que no pertenecían el partido del gobierno, pero valoraban lo que se estaba haciendo. En Lavalleja no se nos dio nada. Era (Herman) Vergara el intendente, una falta de sensibilidad por lo social muy grande. Nosotros contamos con la locomoción del Ejército, y los espacios de esas instituciones que nombré. Recién en el 2009 pudimos alquilar un local en la esquina de Batlle y Florencio Sánchez”.

DE EMERGENCIA A EQUIDAD

Morandí que en el 2006 se siguió inscribiendo y atendiendo gente con la sola entrevista de los voluntarios, “y como siempre pasa, ingresó gente que no lo necesitaba, y quedó gente que estaba muy necesitada, entonces empezamos a avanzar en controles. En el 2007 se habían dado de baja a muchas familias que no entraban en esa franja de emergencia, “gente que mintió, que se hizo visitar en un espacio que no era donde vivía, o no declaraban la verdad de sus ingresos”. En aquel momento, cuenta, “la mayoría de las personas en este departamento trabajaba en negro, no había registro, hoy eso no pasa, son los mínimos que trabajan en negro porque no le conviene ni al trabajador ni a la empresa, porque al estar inscriptos en el BPS y la DGI acceden a muchos derechos, y eso es producto de la transformación del país, en su economía, en lo social. Hubo denuncias, se revisitó a mucha gente. A fines del 2006 estaba depurada la lista de quienes necesitaban el Plan de Emergencia, que duró hasta principios del 2007”.
Respecto a la culminación del Plan de Emergencia, Morandí acota que “no hubo ningún caos cuando finalizó, como anunciaron algunas personas. La vida había cambiado, los beneficiarios habían logrado mejorar su situación económica en esos dos años, y los que seguían en situación difícil fueron compensados por otras prestaciones ya implantadas, como las asignaciones familiares, o regularización de las pensiones, y en casos de extrema pobreza se siguió apoyando con la tarjeta alimenticia. No hubo en la transición ningún problema. Se pasó al Plan de Equidad”.

LINEAMIENTOS ADJUNTOS

Señala Morandí que desde el Plan de Emergencia se fueron incluyendo diferentes lineamientos como el programa Mejoramiento del hábitat apoyando con materiales y el acompañamiento de un arquitecto y un asistente social, o de atención en salud, acceso a luz eléctrica y agua potable.
El programa más movilizador fue quizá el de las operaciones de ojos, que nació en el MIDES. Se denominó “Nos tenemos que ver” y se hizo en coordinación con el gobierno de Cuba. “Nos encontramos que había una enormidad de personas que no veían, y que no tenían acceso económico a las operaciones, cada operación salía 1.500 dólares, nadie podía pagar esa suma. A Cuba viajaron totalmente gratis más de 1.200 personas. Luego se invirtió el convenio, vinieron los técnicos cubanos a Uruguay, se instaló el Hospital de Ojos en el Hospital Saint Bois. Primero esos médicos atendieron, y luego empezaron a formar a médicos uruguayos. La gente del interior tienen el traslado, el lugar donde se quedan -pre y postoperación-, y la operación gratis”.

LA EMOCIÓN Y EL AGRADECIMIENTO

Recordó con emoción uno de los viajes a Cuba. “Acompañé a un grupo a Cuba, y debo decir que las emociones más grandes que recibí en mi vida fueron cuando después de la operación personas adultas mayores empezaban a ver. Es indescriptible la emoción y el agradecimiento, a los médicos y su equipo, a la gente que atendía los lugares donde se quedaban, porque eran de una calidez llamativa, fue un recibimiento espectacular el que les dio Cuba. La gente que se operó era gente muy vulnerada, que habían perdido las expectativas de volver a ver a sus seres queridos, a sus lugares, recuperar la lectura, el relacionamiento con los demás, porque implicaba muchas cosas la recuperación de la vista. Y recibieron un trato que aquí en Uruguay no habían recibido por parte de la salud, que por suerte eso también cambió. Hoy son más de 50 mil personas que se operaron, con todo gratis”.


ANALFABETISMO Y OTROS

Dijo que “aquella idea que el Uruguay era el mejor país del mundo en educación, por la alfabetización total de sus ciudadanos, en el 2005 no era cierta, y hasta el día de hoy no lo es. En Lavalleja hay un 2% de personas mayores de 14 años que no saben leer y escribir. En el MIDES se implementó primero el programa ‘Yo sí puedo’, un programa de alfabetización creado en Cuba y aplicado en muchos países del mundo, y se alfabetizaron millones de personas. En Uruguay el resultado fue espectacular. Luego se  instaló el Fortalecimiento Educativo y quedan muchos más”.
Otros avances en derechos sociales son los surgidos a través del Instituto Nacional de las Mujeres. “Se implementaron servicios de violencia doméstica en todos los departamentos, públicos y gratuitos, para mujeres en situación de violencia, y ha generado información sobre discriminación que viven las mujeres en todo el Uruguay”. O las políticas de juventud a través de Congresos Nacionales de Jóvenes, “focalizadas en lo laboral y educativo para jóvenes”. O la participación en el Instituto Nacional de Adultos Mayores (IDES), que tiene el rol de supervisar las casas de larga estadía de adultos mayores. 

DIVERSIDAD

En cuanto a la diversidad, en el MIDES “hay un trabajo de apoyo a la organización civil, a las organizaciones sociales, focalizado en los problemas graves. En el caso de la discriminación se han hecho estudios en conjunto del MIDES con UDELAR, y con otras instituciones de hacer relevamientos y estudios que indican datos concretos de la realidad”. Señaló el trabajo con la población de origen afrodescendiente, que es “muy discriminada en Uruguay”. “Como ciudadanos deben tener los mismos derechos y posibilidades de acceso a la educación, a trabajos de mayor calidad, “hoy eso no lo tienen”. Por lo que se ha generado “una discriminación positiva, que es darles mayores posibilidades, darles espacios y oportunidades”. Las personas transexuales, travestis, suelen ser discriminadas -más en sociedades chicas- de los centros educativos, “y dejaron sus estudios, sus trabajos, y entonces tienen que acceder a trabajos informales y generalmente en la prostitución, entonces el MIDES tiene políticas para darles espacio, incluirlos, educarlos, capacitarlos, para que se realicen como personas”.


POLÍTICAS DE DERECHO

La memoria se hace volátil, Morandí comienza a recordar distintos enfoques dados por el ministerio. “Siempre digo que hay un antes del MIDES y un después del MIDES, porque cuando se comenzó se encontró un país muy deprimido, con autoestima muy baja, donde pensaban que no iban a poder salir de su situación. Desde que el FA asumió el gobierno el enfoque de las políticas sociales fue de derecho, si alguien tiene derecho a percibir una prestación porque su situación lo amerita, no tiene que ir a pedir ni una tarjeta, ni el estado le da una limosna, ni por amiguismo o por votos, le está solucionando una situación. Es su derecho como persona y el estado tiene la obligación de proteger a los más desvalidos. Esas cosas dieron vuelta el Uruguay”.

MESA INTERINSTITUCIONAL

Reconoció Morandí que “queda mucho por hacer”. El rol del MIDES es coordinar las políticas sociales del estado, y se implementó en cada departamento la Mesa Interinstitucional de Políticas Sociales, “donde las instituciones públicas transversalizan todos sus programas, articulan los recursos, se realizan proyectos comunes, y se está viendo hoy cada vez más los resultados de esta articulación del estado. Hay confianza y apoyo entre las instituciones, todo se colectiviza más, todos pueden proporcionar algo a cada propuesta, que es el trabajo en red, tenemos la satisfacción de decir que hay redes interinstitucionales, más allá de la Mesa, como la red departamental de violencia doméstica, que tienen rápido accionar y respuestas ante situaciones problemáticas que se generan en el departamento, y cada institución cumple con su rol inmediatamente”.


1 comentarios :

Clarisima síntesis de todo lo realizado en estos últimos años en políticas sociales necesarias para muchos uruguayos. Felicitaciones a Perla, excelente gestión y exposición en esta nota, no podía ser de otra forma para una destacada DOCENTE que supo pasar y dejar su huella en mi querida escuela 5 de Solis

Publicar un comentario