El
lunes 2 de febrero asumió como comandante en jefe del Ejército el general Guido
Manini Ríos, quien había sido hasta ese momento jefe de Sanidad Militar. Es
además el primer integrante de la Legión Tenientes de Artigas en llegar al
máximo cargo en esa fuerza militar desde la recuperación de la democracia en
1985. El martes estuvo en Minas, en la asunción del general Juan José Saavedra
como comandante de la División de Ejército IV, como informó ayer Primera
Página.
EL
CARGO
Manini
Ríos conversó con los medios de prensa en dicho acto, expresando que el nuevo
cargo “lo asumimos como un gran desafío y una oportunidad de hacer mucho por
nuestra institución y sobre todo por los integrantes de nuestra institución”.
Reconoció
que es un desempeño -el de comandante en jefe del Ejército- de “mucha
Para
Manini, el de comandante en jefe del Ejército “es un cargo de confianza, lo
elige el mando superior de la Fuerzas Armadas, en este caso particular como hay
un presidente en ejercicio y un presidente electo fue en acuerdo entre ambos
mandatarios, también con la participación del Ministerio de Defensa que es lo
que conforma el mando superior de las Fuerzas Armadas”.
CASI SE
ME CAE UNA LÁGRIMA
El
nuevo comandante vivió varios años en Minas. “Cada vez que paso por Minas y veo
las sierras, casi se me cae una lágrima. Fue uno de los lugares en los cuales
tuve mayor cantidad de amigos y un acercamiento muy grande con toda esa gente.
En este momento que vengo como autoridad y me tengo que ir a Montevideo, siento
una nostalgia de la época vivida acá en esta ciudad, estuve en total 4 años, un
año como teniente en el Liceo Militar y 3 años como Comandante de la Brigada de
Infantería. Inolvidable”.
BAJOS
SALARIOS
Un tema que preocupa a Manini Ríos es el salario de
los militares. “El salario del militar -y de los soldados en particular- es por
lejos el más bajo que perciben los dependientes del estado, creo que es una
especie de obligación moral la que tenemos que tratar para que esa situación
mejore. Que el estado la mejore todo lo que esté en condiciones de mejorarla,
pero hay que plantear el problema crudamente, porque es real, hay un alto
porcentaje de soldados que vive bajo la línea de pobreza e incluso algunos de
la línea de indigencia. Los sueldos de los soldados son históricamente bajos, siempre
fueron bajos, pero creemos que hoy proporcionalmente están más sumergidos que
en otras épocas”.
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