miércoles, 27 de mayo de 2015

Llegaron los gavilanes a Plaza Rivera

Ayer desde las 16:30 horas, las palomas que son plaga en la Plaza Rivera de Minas no las tuvieron todas consigo: llegaron dos gavilanes, que comenzaron a ahuyentar a las palomas, que han causado serios problemas sanitarios en la zona.
No eran gavilanes salvajes, sino dos ejemplares bien entrenados por Gerardo Cantisano, de la Cetrería El Rancho de Solymar (Canelones), que se dedica justamente a la erradicación de plagas en espacios públicos o en cultivos. Las aves “trabajaron” siguiendo las instrucciones de su entrenador, que incluso les indicaba a qué lugares ir, con una linterna, y les llamaba con un silbato para que volviesen. No cazaron ninguna paloma, pero ahuyentaron a muchas.
Cantisano llegó a Minas a hacer una demostración del trabajo con las aves rapaces, que se utilizan ampliamente en el mundo para ahuyentar aves que constituyen plagas e incluso en aeropuertos, donde las aves pueden provocar problemas en la navegación aérea. Cetrería El Rancho ha trabajado ya exitosamente en Colonia, en la ciudad de Treinta y Tres y hasta en Lavalleja, en la localidad de José Pedro Varela. Llegó hasta Minas luego de ser contactado por la Intendencia de Lavalleja (IDL) y por el director departamental de Salud, el doctor Miguel Paradeda.
Según contó Cantisano a Primera Página, trabaja principalmente con gavilanes mixtos (Parabuteo unicinctus). Los que trajo tienen unos 40 cm de alto y una envergadura de un metro o más, y es una especie ampliamente difundida en toda América, que existe también en Uruguay en estado silvestre. “Es un ave muy versátil y muy dócil y sirve mucho para los trabajos sobre todo para lugares bajos y cerrados”, dijo. Hace cuatro años que trabaja en cetrería profesionalmente, pero ha practicado este deporte-arte durante casi toda su vida. Actualmente cuenta con doce aves, y la mayoría de ellas son gavilanes mixtos. En Treinta y Tres fue llamado por la Intendencia de ese departamento luego de que allí probaran los más diversos métodos –ultrasonido, cañones de butano, etc.- sin que ninguno de ellos diese resultado para ahuyentar a las palomas.
En esta primera visita pretendió hacer una demostración del trabajo que hacen las aves entrenadas. “El trabajo hay que hacerlo lo más seguido posible, varios días en la semana. Luego, según como respondan, se viene cada vez menos y después se puede mantener o llegar a cero y ver si vuelven. Hay que ir evaluando”.

UN SERIO PROBLEMA SANITARIO

El director departamental de salud, Miguel Paradeda, dijo a Primera Página que el de la plaga de palomas en la Plaza Rivera es un problema de salud pública “muy importante”. Paradeda dijo que no sólo se han constatado ya muchos problemas de salud en los vecinos de la zona, sino que además algunos pueden ser muy serios, como la neumonía, que puede aparecer por la contaminación que provoca la presencia masiva de palomas en la plaza, un problema que ha sido señalado por los vecinos en muchas oportunidades. Paradeda dijo que el costo mensual aproximado para la contratación del servicio de cetrería es de 20 mil pesos, y que es urgente buscar soluciones al problema.
Por otro lado, Paradeda dijo que la manera en que se hace actualmente la limpieza de la plaza por parte de funcionarios municipales significa riesgos para la salud de los funcionarios, ya que una limpieza de este tipo debe hacerse siguiendo ciertas normas –como humedecer el piso antes de barrer, lavar el calzado con hipoclorito al terminar la limpieza cada día, etc.- y además quienes realizan el trabajo deberían utilizar tapabocas y botas de goma.
Una vecina de Plaza Rivera dijo a Primera Página que la totalidad de los vecinos de una de las cuadras frente a la plaza padecen distintas enfermedades derivadas de la presencia de las palomas.

La demostración fue hecha, y hay experiencia de sobra en el mundo y en el país sobre la efectividad de este tipo de tratamiento para las plagas. Sólo falta que la IDL tome la decisión de contratar el servicio.

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