Miriam Soria y Adriana Baladán, integrantes de la Comisión de
Trabajo del Teatro Lavalleja, organizaron una conferencia de prensa en la que
el escultor José A. Belloni, nieto del maestro escultor José Belloni, habló
sobre la vida y la obra del reconocido escultor uruguayo. La mesa expositora
fue compartida por la escultora Yanet Chango y en la misma se expuso la maqueta
original del monumento a La Carreta.
DETRÁS DE CADA OBRA, UN SER HUMANO
Soria explicó que la instancia se organizó en el marco del
aniversario del fallecimiento del
legendario escultor José Belloni, destacando la presencia de su nieto y la gestión
del Taller Belloni por
querer compartir con Lavalleja la fecha recordatoria del reconocido artista.
Belloni expuso que todos los años se festeja tanto la fecha
de nacimiento como de fallecimiento de José Belloni. Consideró que detrás de
cada escultura hay un ser humano con características individuales y que en su
caso cuenta con la fortuna de conocer la vida en profundidad del artista
uruguayo.
Detalló aspectos vinculados a la convivencia con un abuelo
cariñoso y benevolente, que tantas enseñanzas le dejó.
CONTEMPLAR PARA COMPRENDER
Rememoró horas compartidas en su niñez y adolescencia con
Belloni, modelando sus obras y él atrapado por la magia de la creación en un
pacto de silencio.
Según Belloni nieto, así entendió la importancia de la
contemplación para la comprensión de una obra de arte. Contó que de adolescente
empezó a preguntar sobre ciertas técnicas utilizadas por el maestro y que vio
desfilar por el taller a personajes ilustres, intelectuales, políticos,
deportistas de todas las disciplinas. En ese mismo taller escuchó a su abuelo
definir su arte y el porqué de cada escultura.
LA DOBLE LECCIÓN
Dijo que su abuelo siempre se sintió parte del pueblo
humilde, y que continuamente hablaba con niños de las escuelas para quienes
abría el taller una vez por semana, en un tratamiento que era de igual a igual
y no de maestro a alumno. Explicó que antes de morir, su abuelo dio los últimos
retoques al monumento al Entrevero aún en barro, obra que ampliará con su padre.
Su abuelo lo llevó frente al monumento y le pidió que modelara unas pajas
mansas, que ahora forman parte del basamento. De esa manera, en una sola obra se
unieron tres generaciones. Así, Belloni dio una doble lección, la de la unidad
de familia y la de la grandeza, ya que a la hora del éxito no se actúa con
egoísmo.
RELATO DE RESEÑA Y CRÍTICAS
Posteriormente desarrolló una reseña biográfica, citando
narraciones de infancia y adolescencia. Leyó escritos del propio Belloni,
incluso detalles de la obra del monumento de La Carreta, y rememoró opiniones
de críticos y directores de museos de nivel internacional sobre la carrera
artística de José Belloni. Como escribiera Juana de Ibarborou, “este hombre ha
saldado su deuda con la historia, para con él tiene una deuda la gloria”,
concluyó Belloni.
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