jueves, 15 de septiembre de 2022

Nicolás Mederos y la historia reciente

“EL ESTADO URUGUAYO SIGUE MANTENIENDO LA IMPUNIDAD SOBRE LOS DESAPARECIDOS”

En La Casa Encantada, el sábado se presentó el libro «La Carta de un ausente», del profesor de filosofía Nicolás Mederos Turubich, con ilustraciones del argentino Federico Gallardo.

Felipe De los Santos fue el encargado de organizar y conducir el evento, donde además de Mederos, estuvieron haciendo música Marcia Lescano de Minas y Andrés Soroño de Montevideo, y participó la profesora Pamela García, quien se refirió a los jóvenes de hoy y el conocimiento de la dictadura (1973-1985), la falta de referencias históricas, lo no dicho, el silencio sobre dónde están los desaparecidos, la impunidad y las expectativas sobre el presente y el futuro. Todo lo manifestó con claridad y accesibilidad, con la fuerza de la memoria, la verdad, y la justicia.

 

IDEA Y MARIO

Previo a la presentación del libro, Primera Página entrevistó a Nicolás Mederos Turubich, (Montevideo, 1995), docente, escribe reseñas y notas en el periódico la diaria y es incipiente escritor de cuentos, con un claro compromiso con la defensa de los derechos humanos. Contó que presentó el cuento “La carta de un ausente” al concurso del Sindicato de Enseñanza Privada del Uruguay, en 2020, cuyo propósito era homenajear a Idea Vilariño y a Mario Benedetti, “porque quería escribir cuentos, y así surgió este cuento, en homenaje a Idea y a Benedetti en el año del centenario de ambos, y en un momento en que el Parlamento uruguayo hablaba de la posibilidad de no condenar a los responsables de crímenes de lesa humanidad por octogenarios. Ni Vilariño, ni Benedetti esquivaban estos temas, y escribí el cuento, donde los protagonistas de la historia se llaman Idea y Mario. Idea es una niña que me habilitaba la poesía que en el horror de ese tiempo me generaba la pregunta cómo habrá sido para una niña esto del cuidado de las infancias”.

 

PROTAGONISTAS

El cuento no ganó el concurso. Mederos lo recuperó, y se vio frente a la disyuntiva de compartirlo, “y las devoluciones eran muy emocionales, entusiasmadas, y pensé que había algo para seguir trabajando, independientemente si uno gana o no un concurso, y tome la decisión de compartirlo con ‘Madres y familiares de detenidos desaparecidos’, y ver cuál era la devolución de los protagonistas principales de estos hechos que el cuento toca. Me hicieron la devolución donde pusieron sobre la mesa que todo lo que sea insumo artístico de jóvenes lo apoyaban”.

 

EMOCIÓN ARTÍSTICA

Aseguró Mederos que “una de las cosas que les llamó la atención del cuento era que podía acercar estos hechos, relatos o sucesos históricos del pasado reciente a los jóvenes, con un lenguaje llano y con perspectiva joven. Cuando sentí que el cuento de alguna manera podía compartir la emoción artística y podía significar una entrada a los jóvenes para concientizar sobre el pasado reciente, y que marca el presente del Uruguay, sentí que había valido la pena hacer el cuento”.

 

MILITAR

Al ser tan joven, al no haber vivido en la dictadura, la pregunta fue cómo se toma conciencia de hechos tan graves. Mederos cuenta que a los 16 años, “ya tenía interés por esos temas, por militar y participar en política, y ese camino lo transité hasta los 24 años, que fue un tiempo donde recogí experiencia, pero también tomé la decisión de dejar esos espacios y vincularme a lo artístico. Ya siendo profesor buscaba dónde llevar y poner mi voz, y de esa militancia, con un millón de aprendizajes, tenía como saldo que la militancia asociada a estas banderas de verdad, justicia, eran la que más me conmocionaban y movilizaban. Por otro lado lo de joven no es menor, tiene su peso, pero está el poner de uno mismo el cuerpo a esto de ‘todos somos familiares’ que es una consigna que la interpreto mirando alrededor con madres, padres, madrinas, tías, primas y primos, donde uno tiene millones de anécdotas que nos acercan a esos hechos, y se aprende, se sabe, se conoce esa historia reciente. Y lo artístico permite poner esos hechos desde un lugar sensible, y no deja que se pierda lo profundo de estas historias, que a veces quedan polarizadas solo en lo político, y son sobre todo humanas”.

 

DEBE GIGANTE

Al consultarlo cómo percibe a la sociedad ante esa historia reciente, el escritor manifestó que “todos los gobiernos que han pasado, desde la salida de la dictadura y el retorno a la democracia, no han hecho el mismo encare, han sido diferentes, pero todos tienen un debe gigante con la temática. Cada vez hay más jóvenes saliendo a la calle con este tema, y eso es emocionante de ver. Está bueno no olvidar lo que conecta el presente con ese pasado, y que hace que no sea pasado, institucionalmente seguimos siendo un país con delitos de lesa humanidad, pero desde la perspectiva de la Justicia nadie cometió esos delitos, eso es la impunidad, y deja a esa palabra como abstracta. El estado uruguayo sigue manteniendo la impunidad en esta temática, es una deuda gigante. Si hay algo que puede posibilitar que se avance, no es un gobierno electo, está en que cada vez más gente cinche y se posesione como un reclamo popular, cada vez más gente sensibilizada y más gente eligiendo no mirar para el costado”.

 

ESCRIBIR

Respecto a la escritura, Mederos señaló que está escribiendo con la gente de Pimba Estudio, “un estudio de diseño con los que hemos trabajado ‘La carta de un ausente’, estamos también con ‘Cuentos de distopia’, y hay varios proyectos en la vuelta, como el de Amanecer 31, de España, donde están con los reclamos sobre lo que ocurrió en la Guerra Civil Española, se movilizaron después de 80 años. Hay muchos proyectos, vamos a ver cómo van”.

 

VIAJA

En Minas fue la primera presentación en el interior de “La carta de un ausente”. La semana próxima se presentará en La Plata (Argentina) en tres instancias, Teatro por la Identidad, Festival por la Memoria, que hace un homenaje a Miguel Sánchez, deportista desaparecido por la dictadura argentina, y en la Casa Cultural Alihuen. Buen futuro tiene este libro.

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