martes, 7 de marzo de 2023

El Jardín 111 espera por más niños y niñas

ES UN ESPACIO DE DINÁMICA DE TIEMPO COMPLETO

El Jardín de Infantes Nº 111 (ANEP), ubicado en La Rambla Esther Moré, ocupa un edificio que se modificó de acuerdo a los requerimientos a través del tiempo desde su fundación -8 de octubre de 1986-. Fue creado a través de un convenio entre la IDL y Primaria, al que se denominó Primer Jardín de Infantes de Educación Inicial, de Corte Asistencial. A partir del año 2001 pasó a denominarse Héctor Leis Riccetto.

 

JARDÍN

Primera Página conversó con la maestra y directora de Jardín 111, Paola Trabuco, que inicia su gestión este 2023: “El Jardín de La Rambla -como todos lo conocen- es un espacio de dinámica de tiempo  completo, los niños/as desayunan, almuerzan y meriendan, todo realizado acá en base al trabajo de la nutricionista y la cocinara, lo que les asegura la calidad alimenticia. Entre las actividades desarrollan una propuesta pedagógica, tienen talleres de música, educación física, es una propuesta integral y completa”.

 

INSCRIPCIONES ABIERTAS

Aún quienes quieran llevar a sus niños al Jardín 111, confirmó Trabuco que “hay cupos para niños de tres y de cuatro años, la edad de ingreso es a los tres años. Invitamos a que vengan, porque es una propuesta pedagógica, didáctica y social muy intensa, ya que el niño comparte mucho con otros niños, con los docentes y los no docentes del jardín. Para inscribirse se necesita la cédula de identidad del niño y de uno de los padres o tutor, y se pide el carné del niño, y las vacunas. Entran a las 8:30 y salen a las 16 horas. Son casi ocho horas que están con el maestro/a, que está acompañada por un auxiliar. Se enseñan los hábitos a la hora de las comidas, manejo de la higiene, de las sobras, lavado de dientes, y además de las propuestas pedagógicas con la maestra y la auxiliar, están las clases con profesores de educación física y de música. La cocinera prepara las comidas de acuerdo a lo que exige la nutricionista. Todos comemos juntos. Es una propuesta bien integral y completa, que ayuda mucho a la familia, porque ambos -padre y madre- trabajan, y acá están casi ocho horas atendidos”.  

 

HAY LUGAR

El jardín trabaja con cinco docentes, cada uno con su auxiliar, están: nivel 3, nivel 4 y nivel 5, “hay ya inscriptos 120 niños, por grupos son entre 20 y 30 niños, por lo que podemos recibir algunos más. Los niveles 3 y 4 se dividen en dos grupos, los de nivel 5 están en un solo grupo en un salón más grande, y son 30 niños. Son niños de La Rambla pero también de barrios cercanos”. 

 

AYUDÉMONOS

Respecto al relacionamiento con la familia del niño/a dijo Trabuco que “la idea es estar abiertos a la sociedad, que sea una retroalimentación con la familia, hacer cosas juntos. Que nos puedan ayudar, queremos pintar la fachada que está con algunos grafitis, tenemos la pintura, pero necesitamos que nos ayuden a pintar. Aún no sé cómo se trabaja con la comunidad de acá, pero el año pasado estuve en el Jardín 109, y la comunidad hizo muchísimo, y además ayudó el programa Soldado Amigo, ayudó la IDL, y planeamos eso acá, para darles calidad a los niños/as que asisten. Además de la grafiteada, hubo algunos vandalismos como robo de cables, y nosotros queremos que la gente se apropie del jardín, que lo sienta suyo, y que lo cuide, es del barrio, es un entorno hermoso, con parque, con muchos árboles, donde los niños/as disfrutan muchísimo, y hay mucha energía”.

 

CAMBIARON

Consideró la maestra directora que en sus veinte años de docencia se ven cambios en los niños/as, “antes llegaban y quedaban llorando cuando los dejaban, y después se les pasaba, hoy llegan, la gran mayoría, y entran, y no lloran. Creo que la asistencia a caif u otros lugares cuando son más chicos, los prepara y llegan como si tal cosa, alguno siempre llora, es normal y esperable, pero hay cambios sí, además vienen a aprender desde que llegan hasta que salen, y también juegan, hacen actividades, se enseña a partir del juego lo que le hace muy bien al niño”.

 

VEN MÁS

Al señalarle que muchas veces en el jardín detectan primero que la familia los problemas que pueden tener los niños/as, físicos o psíquicos, Trabuco respondió que “uno como padre o madre con su hijo no tiene la posibilidad de ver otras realidades, son muy chicos, y creemos que todo está bien, pero la maestra ve muchas realidades, y ve cuando un niño de tres años no reacciona a determinados estímulos, y lo observa y comparte con los padres. Pasa mucho con la detección de problemas visuales o auditivos, o conductas que no son las esperadas. Acá son ocho horas que la maestra está con los niños/as, están para eso, están con ellos siempre, para observar, ayudar, enseñar, es una dinámica muy diferente a la de la casa”. 

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