¡Bien estás en el bronce, león minuano.
Con tu gesto de heroica rebeldía
Si parece que cargas todavía.
“Carabina a la espalda y sable en mano”!
Presbítero Olegario María Núñez.
Juan Antonio Lavalleja y de la Torre (Minas, Virreinato del Río de la Plata, 24 de junio de 1784 – Montevideo, Uruguay, 22 de octubre de 1853) fue un militar y político uruguayo, jefe de los Treinta y Tres Orientales y presidente de Uruguay en el Triunvirato de Gobierno de 1853. Hijo de Manuel Pérez de La Valleja y Ramona Justina de la Torre. Su familia tenía dos estancias donde Lavalleja se desempeñó en diversos trabajos rurales.
En 1813 se puso bajo las órdenes de José Artigas, integrándose al segundo sitio de la Plaza de Montevideo. Enseguida fue ascendido a capitán.
En el año 1817 contrajo matrimonio con Ana Monterroso, hermana del fraile José Monterroso, con quien tenía un vínculo de amistad desde largo tiempo.
Actuó durante la invasión portuguesa de 1816 y en 1818, en la que Lavalleja fue tomado prisionero en el Arroyo Valentín y posteriormente fue trasladado prisionero a la Isla Das Cobras, donde permaneció por tres años. Una vez liberado se incorporó al Regimiento de Dragones de la Unión, bajo la orden de Fructuoso Rivera.
En 1824 el peso político de Lavalleja era importante entre los emigrados por razones políticas que se encontraban dispersos por las Provincias Unidas y planeaban la invasión de la Provincia Cisplatina.
En 1825 Lavalleja fue el jefe de la expedición que desembarcó el 19 de abril en las costas del río Uruguay, en la playa de la Agraciada.
El 14 de junio de 1825 se estableció en Florida un Gobierno Provisorio bajo la presidencia de Manuel Calleros. Una de las medidas del gobierno fue ascender a Lavalleja como Brigadier General y a Fructuoso Rivera como Inspector de Armas.
El 25 de agosto de 1825, la Sala de Representantes, proclamó la independencia de la provincia y de inmediato declaró su unión a las demás provincias “de la América del Sur”.
Durante los conflictos entre Buenos Aires y el Imperio de Brasil, Lavalleja fue incorporado al ejército republicano. Se dirigió a Río Grande del Sur, y participó en la batalla de Ituzaingó, el 20 de Febrero de 1827.
En 1832, durante la presidencia de Rivera, Lavalleja organizó un ataque que culminó con su derrota y fue obligado a refugiarse en Brasil. En el año 1834, con el apoyo de Juan Manuel de Rosas, invadió el territorio oriental siendo nuevamente derrotado.
Tras la Guerra Grande (1839 – 1852), Lavalleja se instaló en el campo del Cerrito. Culminada la guerra se reincorporó al ejército como Brigadier General y tiempo más tarde fue nombrado Comandante en la 2ª Sección Militar.
En 1853 formó parte del Triunvirato de Gobierno, junto a Fructuoso Rivera y Venancio Flores, que a partir del 25 de setiembre sustituyó al gobierno constitucional de Juan Francisco Giró. Falleció en Montevideo, el 22 de octubre de 1853.
Texto del Museo Histórico Nacional dependiente del Ministerio de Educación y Cultura.
“DATE CORTE JUAN ANTONIO”
En un texto de Omar López Mato, este expresa sobre el matrimonio de Lavalleja con Anita Monterroso, quien “lo había acompañado a la prisión y que empujaba su carrera política con esa frase que haría historia: ‘Date corte, Juan Antonio’.
Anita era una mujer de palabra, pero sin cartas (…) pocas son las esquelas entre Juan Antonio y ella. Pero subsisten testimonios que la retratan como inteligente, vehemente y sobre todo consustanciada con el destino de su esposo.
En palabras de Benjamín Poucel, Anita era ‘el alma de la espada del general’, aunque más de una vez fue ella la misma espada que cortó alianzas y trazó revolución contra el hombre que la había conducido al altar, el compadre Fructuoso Rivera”.
HIJOS DE LAVALLEJA
Juan Antonio Lavalleja y Ana Monterroso tuvieron doce hijos, Rosaura, que nació durante el cautiverio de Lavalleja en Isla Das Cobras, frente a Río de Janeiro; Elvira (nació también en Brasil, murió siendo niña); Egidio (nació a bordo de la embarcación que los traía a suelo oriental); María Tomasa; Ana, que nació en Buenos Aires el 12 de octubre de 1825, el mismo día en que Lavalleja vencía en Sarandí; Juana; Adelina; Elvira (repiten el nombre de la segunda hija fallecida muy pequeña); Ovidio, quien murió muy jovencito; Francisco; Juan Antonio; y Constantino.
RESTOS
En Minas, a través de distintos actores, se intentó traer los restos de Lavalleja para que descansen definitivamente en la tierra que lo vio nacer. Hasta ahora por temas burocráticos y de costo económicos, esos restos permanecen en la Catedral de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago de Montevideo (Iglesia Matriz).
“¿De qué tala habrás nacido
De qué coronilla el molde
De qué estrella tu apellido
Que fue tan alto tu nombre?”
Santos Inzaurralde
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