jueves, 1 de diciembre de 2016

Mariana Blengio en los Premios Morosoli: “La construcción de los Derechos Humanos es una obra sin fin”

Pepe” Vázquez, actor, director y dramaturgo, nacido en Treinta y Tres, se instaló a los 18 años en Montevideo. Comenzó su vinculación con la escena a través del Taller de Teatro, cuya maestra fue Nelly Goitiño, luego en Teatro El Galpón, e integró al Club de Teatro, elenco en el que inició su larga carrera en el teatro independiente. Integró durante varios años el elenco estable de la Comedia Nacional. La intensa labor en televisión afirmó su figura pública. Este año fue el protagonista de “Fin de partida” de Becket, “Almacenados”, y continúa ofreciendo un monólogo de su autoría en diversos escenarios de la capital y del interior (hace poco estuvo en Minas en la Casa de la Cultura y deleitó a la platea). Fue distinguido en varias oportunidades con el premio Florencio. Además ha hecho teatro en México y Costa Rica donde fue galardonado con varios premios.
Al recibir el Morosoli de Plata a las Artes Escénicas – Teatro, Vázquez expresó que “no sé si hice algo para merecer este premio, pero bueno, me lo dieron y además estoy en la tierra de Juan José Morosoli, uno de los más grandes narradores de historias, primero me lo leían mis padres, cuando aprendí a leer estimulado por mi madre lo seguí leyendo. Como los anteriores premiados ya han dicho todo, yo voy a terminar diciendo que lo comparto con quien se imaginan, que anda revoleando adentro (la actriz Imilce Viñas, su esposa fallecida años atrás) y con mi hija María Clara, y el chofer que me trajo, y que lo comparto con toda la tribu teatral de los 19 departamentos, que hacen teatro, y a ellos les digo parafraseando el título del gran Lope de Vega: en esta disciplina hay que porfiar hasta morir. Y eso es lo que yo siento. Y si me ven partir ahora, es porque mañana temprano tengo una filmación”.
Pepe terminó su intervención con una anécdota sobre “un actor muy famoso pero muy mal actor, el sabía antes que nadie lo mal actor que era, Yul Brynner era”. Cuando le dieron un Oscar, “y en el momento que lo recibió dijo: ‘Espero que no se hayan equivocado, porque lo que soy yo, no lo pienso devolver’. Yo tampoco”, dijo Vázquez, levantando el Morosoli de Plata, en medio de las risas del público.

VIVIR EN CLAVE DE DERECHOS HUMANOS”

El Morosoli de Plata a los Derechos Humanos le fue concedido a la profesora y doctora en Derecho y Ciencias Sociales Mariana Blengio. Se desempeñó como coordinadora académica de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la UdelaR, es profesora de Derechos Humanos y bioética en la Facultad de Derecho UDELAR, Universidad de la Empresa y CLAEH, de Derechos Humanos y Violencia Doméstica en la Escuela Nacional de Policía, y docente en su especialidad en el Instituto de Formación de Profesores Artigas. Sus publicaciones y aportes académicos han abordado el derecho de familia, matrimonio igualitario, reinserción y rehabilitación social en las cárceles, visitas de menores, donación de trasplante de células, órganos y tejidos, interrupción voluntaria de la gravidez, técnicas de reproducción asistida, derechos sexuales y reproductivos, amparo sanitario, discapacitados, la bioética, medio ambiente y la ecología, la protección internacional de los derechos de la mujer, la discriminación en la enseñanza, la tortura y otros tratos crueles, inhumanos y degradantes, desaparición forzada, el derecho a saber y el deber de recordar, Comisión para la Paz, caso Gelman, etc. Es directora de la Revista de Derecho Público editada por Fundación de Cultura Universitaria. Tiene una extensa participación como profesora en varias partes del mundo, así como actividades en diversos organismos nacionales e internacionales sobre Derechos Humanos.
Al recibir el premio, Blengio manifestó su emoción y alegría: “no me lo esperaba este reconocimiento, agradezco muy especialmente porque es una distinción que me honra, en un año difícil esto es una gratificación. Agradezco a Gustavo Guadalupe y a todos los miembros de la Fundación. Los felicito por abrir a Minas a la cultura desde hace mucho tiempo, y por promover con esta calidez los Derechos Humanos. Dedico este premio a muchas personas, de muchos lugares, que nos han acompañado y nos acompañan en las actividades que llevamos adelante en la UdelaR, abriendo durante más de 16 años a la temática de los Derechos Humanos. Nuestra consigna fue vivir en clave de Derechos Humanos, y sé que la vamos a continuar haciendo de aquí en más. Las raíces profundas de los valores que forjan ese compromiso de toda esa gente, es la señal para lograr una sociedad más justa. La construcción de los Derechos Humanos es una obra sin fin. Mi agradecimiento, y ojalá sigamos por este camino que el Uruguay tanto merece”.

LA MUERTE NO ES VERDAD”

Las Medallas en Homenaje son momentos de una tremenda emoción, porque es el reconocimiento a personas fallecidas el último año. El director de Primera Página, Raúl Vernengo, entregó a los familiares del profesor e ingeniero agrónomo Mario Mondelli, magister en Economía Agraria por la Universidad de San Pablo, Brasil, doctor por la Universidad de Missouri (Estados Unidos), profesor agregado en Economía de las Decisiones Empresariales de la Facultad de Ciencias Económicas de la UdelaR, ivestigador del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE) y director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria - OPYPA. Con solidez técnica, calidez humana, y enorme capacidad para trabajar, formar y motivar equipos, lideró una importante reestructuración y dinamización de OPYPA. Impulsó un significativo esfuerzo de articulación interinstitucional promoviendo y facilitando esfuerzos de colaboración entre investigadores y técnicos basados en diferentes organizaciones. Con estilo abierto, jovial y alegre inspiraba ambientes de cooperación.
Luego de recibir la medalla la familia, Vernengo expresó que “entregar esta medalla tenía una razón muy especial para mí, fui docente de Mario, también de su compañera Lula, Lucía, y también de sus hermanos Patricia y Javier, en la Facultad de Agronomía. Para mí fue un verdadero privilegio conocerlos a Mario y a su familia. Mario desde el primer día llamaba la atención en la Facultad de Agronomía por muchas cosas, primero porque era un estudiante brillante, (pero) en Facultad de Agronomía, como en muchos lados, estudiantes brillantes hay bastantes por suerte; a él lo caracterizaba otra cosa: se formó en la facultad como un universitario cabal, no solo dentro del aula de estudio, también en las reuniones gremiales y en la Asociación de Estudiantes de Agronomía, y creo que Mario como otros, pudo en la Universidad de la República y en la Facultad, llegar a tener el verdadero espíritu universitario, y formarse cabalmente como el gran hombre que fue. Además, tenía características fundamentales para el trabajo, por su empatía, su capacidad y su deseo de ayudar a los demás. Lo hacía en medio de una alegría y unas ganas de vivir contagiosas para el resto, y entusiasmaban mucho. Creo que con Mario, como con algunas otras personas cuando no las tenemos físicamente, se cumple una frase del poeta y héroe nacional cubano José Martí, que dice que ‘la muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida’. Creo que con Mario, como con pocos, esto es cierto”.

Y POCO A POCO SERÁS TAN NUESTRA”

Otra Medalla en Homenaje fue en reconocimiento a la trayectoria de Mary Da Cunha, actriz de teatro y televisión, destacada comediante del teatro uruguayo. Se formó en la escuela de Club de Teatro, debutando como actriz en 1969, iniciando su carrera profesional en 1971. Actriz, docente y directora teatral, participa en más de cuarenta espectáculos siendo dirigida por Héctor Manuel Vidal, Sergio Otermin, Jorge Denevi, Rúben Yáñez, Carlos Aguilera, Alberto Rivero, Gloria Levy, Rúben Coletto, Villanueva Cosse, entre otros. En televisión fue una de las caras más visibles de los programas cómicos “Telecataplúm” y “Plop”, participó en el carnaval, en 1975 se convierte en la primera mujer en integrar una murga en el concurso oficial, con Los Diablos Verdes. Desde 1990 fue docente en las escuelas de Danza de Eduardo Ramírez, de Teatro de La Gaviota, de Comedia Musical y en su propia escuela de formación actoral. Ganó el Premio Florencio en 2005, siendo nominada en siete oportunidades. Tuvo otros galardones importantes.
Pepe Vázquez subió al escenario a recibir el premio en nombre de Julieta Denevi, hija de Da Cunha, leyó un poema de un poeta catalán Miquel Martí i Pol: “Hablamos de ti/ pero no con pena./ Sencillamente hablamos de ti,/ de cómo nos dejaste,/ del sufrimiento lentísimo que te fue desgastando/ de tus cosas hablamos y también de tus gustos,/ lo que amabas y lo que no amabas,/ lo que hacías y decías y sentías;/ de ti hablamos,/ pero no con pena./ Y poco a poco serás tan nuestra/ que no hará falta ni que hablemos de ti para recordarte,/ poco a poco serás un gesto, una palabra, un gusto,/ una mirada que fluye sin decirlo ni pensarlo”.




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