Antes de la
inauguración del Centro de Atención a la Infancia y la Familia
(CAIF) “Dejando Huellitas”, en las inmediaciones de la cancha de
Wanders-La Curva, el viernes (fue nuestra nota de tapa del sábado)
Primera Página
conversó con el psicólogo Jorge Ferrando, secretario ejecutivo de
Primera Infancia de INAU.
Un nuevo CAIF en
Minas...
Esta es una instancia muy
buena, ya había estado cuando recién se abrió, viendo cómo se
estaban organizando, es el sexto CAIF en Lavalleja, y cuarto en
Minas, además del Centro Diurno de INAU, y se está trabajando para
abrir un CAIF en Mariscala el año que viene. Es parte del plan de
expansión que tenemos para estos años, la meta es llegar a 140 CAIF
más en todo el país. Estamos en 404 CAIF y 35 centros diurnos de
INAU en todo el Uruguay. Estos avances tienen que ver con la
importancia que le estamos dando a la primera infancia, desde el
nacimiento hasta los tres años. El CAIF es una asociación muy
interesante entre el estado, las comisiones de vecinos, las
organizaciones sociales de todo tipo, intendencias y otros organismos
públicos, todos juntos con las familias terminan siendo una
oportunidad muy buena para los niños y niñas de todo el país en
los primeros años de vida, los que son muy importantes en su
formación de pensar, de actuar, de ser.
¿Hay una valoración o
reconocimiento de las comunidades cuando se les brinda un espacio
como un CAIF?
Por lo general recogemos
muy buenas opiniones, falta más participación de la comunidad y las
familias de apoyar a las organizaciones que llevan adelante un
emprendimiento como este. En el caso de “Dejando Huellitas” se da
la particularidad que es la primera cooperativa en Lavalleja que
lleva adelante un CAIF, me parece muy interesante porque hay que
buscar distintas formas de nuclearse, y que la gente se sienta
cómoda, con ganas, convencida. La mayoría de los caif los gestionan
asociaciones civiles, de corte barrial y social, y cumplen un papel
muy importante el voluntariado para la sociedad. Después están los
fondos que aporta INAU, a partir del presupuesto nacional, que
siempre ha tenido el apoyo de todos los partidos políticos.
El CAIF no es un
depósito de niños, hay una propuesta educativa.
Exactamente, no es una
guardería, que llevan al niño y que se entretengan un rato, lo
vemos como una oportunidad para trabajar la educación, salud,
higiene, alimentación, el buen trato familiar, en otras
instituciones del INAU se vive la crudeza de las situaciones de
violencia familiar, de abandono. El CAIF es un lugar de prevención y
promoción de valores, conductas, de aquello que pueda ser mejor para
los niños, y que va a ser bueno para toda la comunidad. Esta es una
inversión en los primeros años de vida, que es para el futuro, el
niño, el adolescente, que serán hombres y mujeres que acá pueden
aprender valores como convivencia, resolución de conflictos,
relacionarse socialmente, eso lo va a llevar toda la vida. Por eso
los CAIF como el centro diurno de INAU en Minas, contienen propuestas
muy fuertes de contenido educativo, valores, y de promover la
convivencia y el trabajo en grupo.
¿Conforme con la
infraestructura creada acá?
Este local se consiguió
en comodato con la IDL, a varios años, y permitió acomodarlo sin
necesidad de una gran inversión y está en marcha. Con el tiempo se
verá cuáles son las nuevas necesidades en función de la demanda, y
de la consolidación del trabajo. Hoy este emprendimiento es muy
adecuado para la capacidad del grupo de trabajo, tanto las
instalaciones y la cantidad de niños, son unos 84, es una cantidad
razonable. La mitad son de 2 y 3 años, que vienen a atención todos
los días y la otra mitad son niños en los primeros meses de vida y
un año que vienen con sus padres, a hacer lo que llamamos talleres
de experiencias oportunas, que tienen que ver un mejor conocimiento,
relacionamiento y aprendizaje de pautas del desarrollo del niño. En
las zonas rurales son de 30 y de 50 niños.
Al principio usted se
refirió al CAIF de Mariscala. ¿En qué etapa está?
Nos ha llevado más tiempo
del que hubiéramos querido, afortunadamente hemos ido ajustando, hay
una asociación civil seleccionada, tenemos a MEVIR trabajando, hay
que hacer algunas obras, cuyos fondos los transfiere INAU a la
organización civil, MEVIR pone la mano de obra, tenemos la licencia
de la construcción, y seguramente poco después se resolverá,
esperamos que en los primeros meses del año se pueda abrir en
Mariscala.
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