lunes, 19 de diciembre de 2016

Julio Pavanetti y la poesía honda, del alma, de la vida

Días atrás tuve el placer de presentar dos libros del poeta Julio César Pavanetti Gutiérrez, en la Casa de la Cultura, organizado por el Municipio de Solís de Mataojo, en el que fue Esteban Baz Gagliardi, un excelente maestro de ceremonia.
Lo primero que hice fue felicitar a la gente del Municipio de Solís y de la Casa de la Cultura, por la impresionante actividad cultural que desarrollan.
Luego agradecí que se me dieran la oportunidad de presentar los libros “La curva del Dragón” y “Tiempo de Cristales Rotos”, del poeta Julio Cesar Pavanetti Gutiérrez, nacido en Montevideo el 27 de julio de 1954, es un uruguayo que anda por el mundo, y que si miramos su currículum, nos deja asombrados por la cantidad de actividades que ha desarrollado en su vida, vinculadas con la poesía, la literatura en general y en particular con la palabra. De esa intensa actividad, la mayor parte la ha desarrollado en España, donde ha obtenido importantísimos reconocimientos, así como en otras partes del mundo.

ENORME POETA

Cuando la alcaldesa Verónica Machado me alcanzó los libros a presentar de Julio Pavanetti, y cuando leí su poesía, me asusté, por presentar a un poeta de este nivel, donde ya desde los prólogos se ve que están hechos por gente que sabe muchísimo de poesía. Ambos libros tienen prólogos de una profundidad, análisis e intensidad enormes, y me pregunté qué puedo decir yo. Para eso tenemos a este enorme poeta, que desde su poesía lo primero que hace es conmover, pero además su poesía se entiende, no es hermética, es tan del alma, de la vida, de las cosas cotidianas, tiene tantas preguntas, tiene tantas preocupaciones por la humanidad, por lo que somos como humanos, como trabajadores, como seres sociales y sobre todo el lugar de la memoria que llevado a la lírica, sacude, y hace pensar. Pavanetti cuestiona el mundo que tenemos, los sentimientos, la nada, y el devenir en este universo tan loco, con tanto caos, y hoy tan globalizado.

COMO EN UN RITUAL

Pavanetti pidió hablar de su poesía, decir sus poesías, y si bien fue extenso, fue un placer enorme escucharlo, el análisis que hizo de su obra, y la cadencia con que la fue diciendo, fue atrapante. Con el agregado que asistió una enorme masa de público respetuoso, concentrado, atento, que supo valorar el gran poeta que es, y eso se consigue con poesía que realmente llegue a cada persona y gente preparada para recibirlo. Momento especial fue cuando Daniel Guerra cantó un poema “Propósito” de Pavanetti, del libro “La última curva del dragón”, donde se logró una conjunción mágica de voz, letra y música.

EXPOSICIÓN

Luego de la presentación de los dos libros, se inauguró la exposición del pintor Dubal Ramos, de óleos espatulados denominada “Como yo siento”, con un importante número de obras. El artista conversó con el público sobre los distintos momentos de su creación y circunstancias del nacimiento de sus obras.

ESAS CANCIONES


Finalmente, en el hermoso teatro -pequeño, pero muy cálido- se presentó Daniel Guerra, con “Su música… su canto”, un espectáculo de una gran calidez, con canciones y música de alto nivel. Actuaron cerrando el circuito cultural los profesores de folclore Ana Suárez y Guillermo Gutiérrez.

(Por Gorge Gómez)


1 comentarios :

Muchísimas gracias a Gorge Gómez por tan elogiosos comentarios, fue un placer compartir con él, con los artistas que participaron y con todo el público presente, una hermosa velada de poesía, música, pintura y danzas folklóricas. Muchísimas gracias a todos. Un fuerte abrazo y hasta otra. Julio Pavanetti

Publicar un comentario