miércoles, 22 de junio de 2022

Niños del Centro Ituzaingó trabajan en el proyecto “A través de mis manos”

CONCIENTIZACIÓN Y CUMPLIMIENTO A LA LEY DE PROTECCIÓN DE INTEGRACIÓN A PERSONAS CON DISCAPACIDAD

 Thiago, Martina, Lucía, Heidan y Alex son niños que acuden al Centro Ituzaingó del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), un semi-internado mixto para niños de 6 a 12 años, dependiente de la Jefatura Departamental del INAU en Lavalleja.

De la mano de Marianela Arévalo, educadora del centro, trabajan en el proyecto “A través de mis manos”, emprendimiento que tiene como fin concientizar sobre la importancia y el cumplimento de la Ley 18.651, de Protección para las personas con discapacidad.

 


PROYECTO

Primera Página visitó las instalaciones del espacio educativo para charlar en primera instancia con la instructora Marianela Arévalo, quien reveló que específicamente se trabaja en el artículo 76, “más allá de que tenemos que remitirnos al 66, 67, 68 y 69, artículos que indican que la accesibilidad universal es un derecho y el 69 lo que hace es referir a que la Intendencia, como centro gubernamental departamental, tiene que asegurar que se cumpla. En base a eso es que estamos en el tema de las baldosas podotáctiles, piso o pavimento compuesto de baldosas con una textura táctil, las que sirven para guiar y advertir a las personas con poca capacidad visual o personas invidentes al momento de caminar por las calles o tratar de cruzar una calle. Estas baldosas pueden ser utilizadas para facilitar el acceso a lugares como centros comerciales, hospitales, escuelas, hoteles, espacios públicos, estacionamientos y demás)”.  “Así como las rampas hacen a la accesibilidad a las sillas de ruedas, estas baldosas hacen la accesibilidad para las personas ciegas y de baja visión”, acotó.

 

LASTIMOSA REALIDAD

Comentó que en ese marco fue que los chiquilines salieron a averiguar, “pero lastimosamente hay muy pocos lugares que las tienen, y en los lugares que hay, la gente piensa que son adornos sin saber la verdadera razón y muchos menos su utilidad. Realizando una especie de relevamiento pudimos observar que los sitios donde hay estas baldosas son en las esquinas de plaza Rivera, a la vuelta de plaza Libertad, en los accesos del nuevo Sanatorio de CAMDEL y en la oficina de Sierratur, aún cuando pueda haber en otros lugares. También se habló con la Oficina de Normativa (UNIC), donde además de las baldosas nos hablaron de la altura de los toldos, la bicicleta y hasta la basura cuando se limpian los hogares depositados en veredas, las que en muchos casos también están rotas y los carteles de los comercios”. “Son todos factores que hacen a limitar la accesibilidad y quitar la autonomía a las personas ciegas y de baja visión”, señaló.

 

INVESTIGACIÓN Y DEMANDA 

Arévalo informó que la UNIC dice “que todo esto se debe adaptar a las construcciones viejas, construir más que nada en las nuevas, que incluso debe tener la inclusión dentro de los proyectos. En base a eso lo que hicieron los chicos fue investigar en la Intendencia Departamental de Lavalleja (IDL) si la nueva terminal de ómnibus, dentro de su proyecto contaba con la accesibilidad universal. Nos enteramos de que no, que sin bien adentro contará con rampas, los pisos podotáctiles no estaban incluidos dentro del proyecto”. En relación con el caso contó que los propios niños “pidieron una reunión con el intendente, quien los recibió y además recogió la demanda de los chicos sobre la puesta en la perimetral de la construcción los pisos mencionados en calidad de accesibilidad universal”.

 

NOMBRES DE CALLES EN BRAILLE

Explicó que la institución es un centro diurno, que atiende a niños y niñas de 5 a 12 años y cuenta con un padrón aproximado de 39 usuarios. “En el proyecto trabajan gurises de 9 a 11 años, cinco de ellos en la mañana y por la tarde al menos ocho niños. Los chicos de la mañana trabajan en un proyecto social para participar en los clubes de ciencia a nivel departamental. Trata de brindar las herramientas necesarias para que la ley se conozca, se pueda cumplir e informar sobre la importancia de los pisos podotactiles.  Los chiquilines de la tarde se van a presentar en la parte tecnológica de los Clubes de Ciencia y están diagramando un dispositivo para que los nombres de las calles están a una altura adecuada, sean en Braille y en letras sobreelevadas”.

Aseguró fue a los niños que se les ocurrió “diseñar un dispositivo donde van a estar los nombres de las calles en Braille y en letras sobreelevadas”.

 

APRENDIZAJE Y OBSERVACIÓN

Para Arévalo es “un tema de mucha importancia, máxime sabiéndose que entre otros motivos, la tecnología ha hecho que, en este caso a nivel departamental, el número de personas ciegas haya aumentado. El último censo de 2010 dio que la segunda causa a nivel departamental es la discapacidad visual, con probabilidades de que haya un significativo aumento, principalmente por el uso excesivo de las pantallas de celulares o computadoras. Los chiquilines han aprendido Braille, han tenido contacto con entidades formales y no formales, la Escuela Especial y con la Asociación de Ciegos y de Baja Visión de Lavalleja, con quienes han trabajado sobre muchos de los elementos que estas personas a diario utilizan, por ejemplo, las regletas, como escribir Braille y cuáles son las formas de referirse para no invadir el espacio y lo que es el bastón”. Indicó que a nivel país “estamos teniendo contacto con la Unión Nacional de Ciegos del Uruguay (UNCU) para concretar una visita, fundamentalmente para informarnos en torno a otra realidad”. 

 

ROL FAMILIAR 

La directora Claudia Clavijo repasó que el centro funciona hace más de 20 años con una comunidad de usuarios bastante variada, ya que los niños ingresan y egresan. “Para nosotros las familias de los chicos juegan un rol fundamental, ya que se integran de gran manera a través de distintas actividades, algo totalmente fundamental para el proceso del niño en un club que funciona por talleres. Cada educador tiene un potencial que se explota y cada uno de ellos dirige un taller. En el de ciencia surgió este año esto del club de ciencia por el cual han trabajado muchísimo y la idea es continuar, sea en este o en otros temas. El objetivo principal es que los chiquilines cuenten con herramientas para después saber solucionar cualquier problema que le surja, sean cuales sean los temas”.

 

IMAGINARO SOCIAL EQUIVOCADO 

Indicó que existe mucho contacto con las escuelas y si bien en este periodo de dos años por la pandemia todo ha sido más complejo, “lo hemos seguido haciendo para, por ejemplo, ver cómo marchan los chicos, ver cuáles son sus situaciones. El imaginario social es que al INAU acuden chicos indisciplinados y todo eso, y no es así”.

“Son chiquilines con tremendos potenciales, en muchos casos en situaciones de vulnerabilidad que hay que apoyar, pero también que pueden llegar a tener unos logros impresionantes”, finalizó Clavijo.

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