jueves, 6 de mayo de 2021

Celíacos Minuanos: entre la lucha, la desilusión y la esperanza

DIA INTERNACIONAL DEL celíaco

Se conmemoró el 5 de mayo el Día Internacional del Paciente Celíaco. La enfermedad es una intolerancia permanente al gluten, que es la fracción proteica de cuatro cereales: trigo, centeno, cebada y avena. En ese marco, Alejandra Carreras y Tania Zipitría, integrantes de Celíacos Minuanos, visitaron nuestra redacción para hablar en torno al trabajo que el grupo realiza para informar y gestionar a nivel público la concientización social sobre las dificultades que deben afrontar las personas que padecen dicha enfermedad.

 

APROVECHAMIENTO DE OCASIÓN

En su condición de médica, Zipitría comentó que intenta desde su lugar “ayudar con mis conocimientos y los adquiridos en calidad de paciente ya que cada experiencia personal tiene mucho valor”. “Aprovechamos este Día Internacional del Celíaco para concientizar e informar cuál es la condición del celíaco, que agrego somos muy pocos los diagnosticados a nivel mundial. La idea es seguir concientizando para que se diagnostique mejor, que el paciente pase mejor después del diagnóstico, al momento por ejemplo de la confrontación con la enfermedad o a la condición que va a hacer frente toda la vida, hablamos también de la parte psicológica. No menos importante es el hecho de concientizar en torno a lo que implica la dieta que en realidad es el tratamiento, es decir, nuestro medicamente es la forma en que vamos a comer, lo que implica eliminar el gluten de nuestras vidas, lo que resulta bastante difícil, más en un país como el nuestro, que tiene una gran amistad con el trigo y sus derivados”.

 

DISCRIMINACION A CONCIENCIA O INVOLUNTARIA

Carreras consideró que “conciente o inconcientemente hay una sociedad que discrimina a las personas con esta patología, lo que hace además que dichos pacientes se encierren y se autoexcluyan de la sociedad. El tratamiento del celíaco  depende exclusivamente de una dieta que tiene alimentos con un costo elevado, lo que conlleva a que muchos enfermos tengan que incumplirla debido a la situación económica, debiendo renunciar a tener una vida saludable o una calidad de vida como la que debería tener”. La complicación se hace mayor cuando como en su caso, “en la familia hay varias personas celíacas”.

 

ANÁLISIS GENÉTICO PARA EL DIAGNÓSTICO PREMATURO 

“El tema de los costos -agregó- es una lucha que venimos teniendo desde hace años, inclusive con recolección y presentación de firmas ante el Ministerio de Economía, en donde se solicitaba la reducción del 10% del IVA de muchos de los alimentos que son importados. Otro temas es todo lo que tiene que ver con los diagnósticos, sueño de antaño para poder lograr llegar al análisis genético, algo que si bien es un poco más caro que el común, es único e indica si vas a tener la enfermedad o no, generando ahorro y prevención. De cualquier manera lo que importa más en la actualidad es lo relacionado a los costos de los alimentos y que se genera la empatía de muchos emprendimientos gastronómicos puedan incluir menú para celíacos. Sabemos que no es fácil ya que le implica al propietario contar con un espacio destinado para manipular los alimentos para celíacos y evitar así la contaminación cruzada. En otros países existe un incentivo para los proyectos gastronómicos con inclusión celíaca, por lo que estaría muy bueno que en Uruguay se pudiera lograr lo mismo. Lo que queremos es llegar a ver la inclusión segura del celíaco en una sociedad contemplativa, especialmente en un marco gastronómico que si bien tiene la intención de ofrecer opciones sin gluten, lo haga pero fuera de un escenario de moda por comer saludable. Para el celíaco no es suficiente que el alimento no tenga harina, sino que no esté contaminado.

 

LA ENFERMEDAD Y LA PROHIBICION

Zipitría repasó que la celíaca es “una enfermedad inmunológica que después de diagnosticada es para toda la vida, tiene muchas implicancias y se diferencia de ser intolerante del gluten o que simplemente por opción decido no comer gluten. Es bueno resaltar, no existe un relevamiento en cuanto a números de celíacos a nivel departamental. Si bien las instituciones deberían llevar un registro, entendemos no es tan fácil. Aún cuando ciertos profesionales llevan un registro, el mismo no se hace de manera muy formal, más allá de que como grupo se le ha solicitado a las entidades”. Carreras contó que hubo mucho esfuerzo “para lograr contar con una policlínica para celíacos (ex Dispensario), de la cual nos enteramos justamente hoy (ayer) que habíamos quedado excluidos del lugar. Si bien suponíamos era algo a definir en conjunto con CAMDEL y el RAP, no fue así, lo que nos hace ver como número y no como personas, mas allá de contar con una patología que tiene muchas trabas a nivel social y en el ámbito médico”. “Estamos muy desilusionados por la noticia de que los celíacos no seríamos rentables para mantener una policlínica”, señaló.

 

LUGAR FISICO E INCOHERENCIA 

Según informó Carreras “de manera extraoficial nos enteramos que, gracias a la gestión del intendente Mario García, podremos contar con un lugar de encuentro, en el cual se podrá por ejemplo tener alguna charla con un chef gastronómico para quien quiera aprender a manipular los alimentos para celíacos. Lamentablemente, debido a la pandemia no se ha podido oficializar lo que para nosotros es una grandísima noticia. Es justo aclarar que la ayuda alimenticia que nos llegaba por INDA, pasó de los artículos a la tarjeta (MIDES). Es un tema por demás preocupante ya que la misma cede unos $ 500 mensuales, número que resulta totalmente incoherente con el costo de la enfermedad al lado de otros montos de otras tarjetas, pero además dicho beneficio (tarjeta) ha sido quitado por el asistente social que entiende no le corresponde al celíaco porque tiene trabajo, entre otros motivos”. “Hasta en ese sentido no se toma conciencia que el problema del celíaco es de alto costo económico y que la enfermedad depende de la alimentación”, concluyó. 

0 comentarios :

Publicar un comentario