La Asociación de Personas
Ciegas y de Baja Visión de Lavalleja tiene 11 años de vida, con logros
importantes.
Esta directiva asumió en
abril de este año, y encabezará a la institución por dos años. Alfredo Gomendio
es el presidente, y lo acompañan Carmen Menchaca (vicepresidente), Ana Lía
Pérez (secretaria), Elvira Siboldi (tesorera), Mirta González, Miguel Vera y
Gastón Arbilla (vocales).
Cuenta con unos 200
socios, entre ellas personas ciegas o de baja visión, y también videntes. Hay
cuatro modalidades para ser socio: mensual $ 35; tres meses $ 100; seis meses $
200 y anual $ 400. Las reuniones se llevan a cabo en la sede ubicada en el
Complejo P 26, en Florencio Sánchez y Espondabourou. Allí se brindan talleres
de yoga, crochet, artesanías, tarjetas españolas, y ensaya el coro de la
organización. Los talleres son gratuitos y los profesores son honorarios:
Graciela Svara, Mary Larrosa, Elvira Siboldi y Loreley Artigas.
Gomendio, dijo a Primera
Página que “este año quisimos implementar el taller de Informática,
pero adquirimos las computadoras un poco tarde y no dio el tiempo, pero lo
instrumentaremos para el año próximo”.
Los ensayos del coro son
los martes a las 15 horas, “y ya tenemos previsto viajar el 6 de noviembre a
Maldonado, el 4 de diciembre a Casupá de Florida, el 8 de diciembre a la Sala
Zitarrosa en Montevideo, y el 11 de ese mes finalizaremos como todos los años
en el salón de la Bardanca. Realmente es una actividad muy atrapante, se ha
formado un muy buen grupo y estamos muy contentos”. Recalcó que al igual que en
todas las actividades que brinda la institución, en el coro también hay
personas ciegas, de baja visión y videntes.
GRAN APOYO DE SERGIO SOSA
Alfredo Gomendio destacó
el gran apoyo que reciben anualmente de Sergio Sosa y su Festival del
Alambrador. Recordó que “desde hace muchísimos años Sosa nos está apoyando,
porque un porcentaje de lo que se recauda en el festival va destinado a nuestra
institución. Tenemos un agradecimiento eterno para él”. Acotó que “el año
pasado, cuando cumplimos 10 años de vida, pusimos en el salón de reuniones una
placa de madera en reconocimiento a su apoyo. Además, tanto Sergio, como el
escribano Gustavo Echeverría y las profesoras que nos dictan las clases en
forma gratuita, son socios honorarios de la asociación, pero con los mismos
derechos que cualquier socio”.
MAYOR ACCESIBILIDAD
Sobre el tratamiento de la
sociedad a las personas ciegas, Gomendio dijo que “en la calle hay de todo, hay
gente que te ayuda, y gente que no. En las cebras muchas veces no te respetan.
En lo personal voy con mi novia que tiene discapacidad motriz y varias veces
tenemos que pegarle el grito a algún conductor”.
Acotó que “afortunadamente
en los últimos tiempos contamos en Minas con mayor accesibilidad a las plazas,
edificios, teatro, a algunas instituciones y eso es muy importante para
nosotros”.
De todas maneras, “lo que
nos complica en la plaza Libertad es que no tiene cordones, entonces no tenemos
referencia para caminar, es nuestra guía. Cuando llegamos a las esquinas no
sabemos si estamos en la vereda o en la calle, pero por otro lado están
quedando muy lindas”.
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