miércoles, 10 de julio de 2013

Pepe Montes un artista con personalidad propia en las formas y el color

Está abierta en la sala de exposiciones de la Casa de la Cultura una muy buena muestra del artista plástico Pepe Montes (Montevideo 1929-2001), quien -según el catálogo de la exposición retrospectiva del Centro Cultural de España realizada en el 2011- inició sus estudios de pintura con Enzo Doménico Kabregú en 1942. En la década siguiente tomó clases con Edgardo Ribeiro e ingresó en el Taller Torres García, donde fue discípulo de José Gurvich, Augusto Torres y Julio Alpuy. Hacia 1961 se incorporó al cuerpo de profesores del Taller. Poco después emprendió un viaje de conocimiento y estudios por varias ciudades brasileñas y en 1962 estableció su propio taller en Montevideo, comenzando a impartir cursos. Allí concurrieron varias generaciones de jóvenes que con el paso del tiempo serían una corriente de alumnos que creció notablemente. En 1969 y con auspicios del Ministerio de Educación y Cultura, cumplió un viaje con amplio itinerario por unos cuantos países europeos.
En la década del 80 figuraría como maestro de pintura en la Casa de la Cultura de la Intendencia de Montevideo y en el Círculo de Bellas Artes, mientras perseveraba con su obra personal cuya temática ha girado en torno a los paisajes urbanos, retratos y desnudos, manteniendo una raíz torresgarciana. Esa línea de formación la extendió -con márgenes de libertad imaginativa- a sus diagramas emparentados con el constructivismo aunque no rigurosamente sometidos a la doctrina del Taller.


UN ARTISTA, UN BOHEMIO
En la apertura de la muestra estuvo su viuda Mirtha Cazet, reconocida actriz, directora y docente de teatro, “del que me encuentro desvinculada totalmente desde hace dos años por un problemas de salud, que me afectó la memoria para retener los textos, lo último que hice fue una obra de Dino Armas con dirección de Elena Zuasti”, expresó, quien fuera hace más de una década docente en la Escuela de Arte Escénico de la IDL, con una recordada puesta de “Mariana Pineda” de García Lorca.
En esta instancia, presentada por la gerente de Cultura de la IDL Clarisa Gallo y la asesora Susana Rodríguez Varese, Cazet dijo que los cuadros que se exponen “son los míos”. “Pepe tenía una obra muy grande, cuando falleció tenía unos mil cuadros, pero tenía muchos hijos y muchas esposas, yo fui la última (se ríe) y se repartió la obra”.
Entre las obras que se exponen en Casa de la Cultura Cazet destacó el retrato de Juan Carlos Onetti. “Es un muy buen retrato, que lo hizo para la Biblioteca Nacional, y al final no se lo compraron. Sí hay un retrato de Juana de Ibarbourou fenomenal, y hay otros, no sé porqué no le compraron a Onetti. Yo vendí algunos cuando recién falleció, ahora hace mucho que no vendo. No los quiero vender, los quiero conservar, es lo que me queda, lo amé mucho y eso es parte de él, tengo retratos y desnudos míos que los tengo en mi casa, para mí, Pepe nunca expuso ningún desnudo mío, no quería, y eso yo lo sigo manteniendo”. Resalta el trabajo realizado por Montes en los desnudos, o en las naturalezas muertas expuestas, así como los constructivos en espiral. “Solo Pepe y Gurvich los hicieron, eran muy complejos”.
Al recordarle la bohemia del taller de Pepe Montes, Cazet sonríe con picardía. “Era famoso por sus reuniones, una verdadera bohemia, que sigue existiendo, porque pintores bohemios siempre va a haber”.
La exposición de Pepe Montes se extenderá hasta el 14 de julio.

  

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