martes, 28 de abril de 2015

Hugo Burel: “Escribo porque es una necesidad”

En el marco del ciclo “Libros en el escenario”, fue presentado en el teatro Lavalleja el libro “El caso Bonapelch” de Hugo Burel (Montevideo, 1951), donde estuvo el escritor, y hubo una cálida receptividad del público hacia esta novela, en la que aún quedan de sus personajes reales algunas historias o leyendas, y que Burel con maestría los entremezcla con la ficción, en una novela negra. Previo a la presentación, el escritor muy gentilmente conversó con Primera Página.

Entre las leyendas de Bonapelch, está el chalé que construyó para regalarle a Gardel.

Sí, Bonapelch le hace el chalé a Gardel que nunca se lo puede regalar, porque Gardel se muere antes de terminarlo. Eran muy amigos, hubo muchas leyenda a esa relación, incluso de una relación homosexual, pero que no están comprobadas, y como escritor no puedo bajar a ese tipo de miradas. En la novela me limité al caso histórico: la  muerte de Salvo, la implicancia que tuvo su yerno Bonapelch, el conocimiento que tenía con Guichón que es
quien atropella a Salvo, en Paso Molino. En torno a eso creo una trama de ficción que empieza en Nueva Cork, en el año 1933, con un detective que trabaja en una agencia, que tiene la peculiaridad de haber nacido en Uruguay y haber emigrado muy chico a Estados Unidos. Alguien contacta en la agencia desde Montevideo, porque la investigación sobre la muerte de Salvo estaba empantanada, se necesitaba un profesional que avanzara, y se les ocurre que un detective norteamericano podría hacerlo, no saben que finalmente les mandan un uruguayo, que es Güido Santini, que llega a Montevideo que es lo opuesto a Nueva York, construida desde la altura y la verticalidad a una ciudad chata que tiene un único rascacielo, el Palacio Salvo, construido por el muerto y eso lo llama la atención…

Era un Uruguay muy especial, la dictadura de Terra…

Se había instalado el 31 de marzo la dictadura de Gabriel Terra, y 20 días después muere Salvo, que no incide en lo exterior, aunque se reconoce que Bonapelch estaba vinculado a Terra, estaba protegido por el poder, por eso se cree que la investigación no avanzaba. Bonapelch tenía una serie de vínculos importantes, fue elegido como suplente como convencional, o constitucionalista para redactar una nueva Constitución por el Partido Nacional, o sea, tenía vínculos políticos. Todo eso arma un clima…

¿Cómo se trabaja ese entretejido de ficción y realidad por parte del escritor?

Yo soy escritor de ficciones, no soy un cronista histórico, al tomar un episodio real, no quería ceñirme a lo que sucedió realmente, que eso está respetado, pero la trama es detectivesca, es una novela negra, un género que tiene sus reglas.

Usted ya tiene experiencia en este género.  

Sí, publiqué “El desfile salvaje”, “El corredor nocturno”, que se hizo también en cine por el español Gerardo Herrero con Miguel Ángel Sola y Leonardo Sbaraglia. Si miro hacia atrás, a mis últimas novelas les he dado una trama de thriller, de misterio.

¿Es lector de thriller?

Sí, sí, me gusta mucho, he leído mucho Chandler, Hammett, Elroy, y en esta novela
“El caso Bonapelch” tomé esa historia porque en sí misma con sus alternativas, las ambiciones que se transparentan, la historia negra de ese personaje, era una trama que calzaba en esa lógica de la novela negra de esa época, no de la mirada inglesa que ponía los crímenes en las bibliotecas y los culpables eran los mayordomos. En Estados Unidos se da vuelta eso y el crimen es como un comentario social, la novela negra describe la sociedad, no la idealiza, ese clima de Montevideo era de novela negra, la dictadura, el vínculo de Bonapelch con el poder. Y es bien montevideana, bien uruguaya.

¿Por qué escribe Burel?

Escribo porque es una necesidad, no podría no escribir, es un misterio. Necesito la escritura, la necesito como una fuerza vital absolutamente ligada a una interioridad que se manifiesta a través de la escritura, y con un placer que me produce escribir, inventar, crear historias

¿En usted es compulsiva la escritura?

Estoy en dos o tres proyectos simultáneos, siempre tengo algo para escribir, novelas, guiones de cine, y con los años y la experiencia es un oficio.

También escribe en revistas…

He dejado en este momento el periodismo, me voy a dedicar más a la escritura de ficción, el periodismo me gusta mucho, pero come mucha energía desde el punto de vista del tiempo. Estoy ahora dedicado a la ficción.

Su cuento el “Elogio de la nieve”, ganador del Juan Rulfo, tuvo versiones de cine, teatro y en televisión. Canal 10 lo hizo con todos los próceres del teatro uruguayo.

Sí, sí, tuvo un guión hecho por Antonio ‘Taco’ Larreta, para hacer en cine, después yo hice una versión teatral que la produje y escribí y dirigió Marcelino Dufau, en 1999, con un elenco formidable. En Canal 10, hace tres años, se hizo una versión en el ciclo Somos, también con un cuadrazo, Roberto Fontana, Roberto Jones, Delfi Galbeati, que acaba de fallecer, Héctor Guido, era una selección. Fue un ciclo que filmó cuatro cuentos, uno de Milton Fornaro, otro de Delgado Aparaín, otro de Henry Trujillo y este mío. Era un proyecto muy lindo, pero no se continuó, me habían comprado los derechos para otro cuento que es “Contraluz”, quedó sin hacer, es una lástima, porque genera muchas cosas, trabajó mucha gente, en “Elogio…” se filmó en un boliche de la Ciudad Vieja, hubo muy buena producción, se hizo con mucho cariño, Canal 10 puso mucho para que todo saliera bien, AGADU participó, era un proyecto muy lindo, una lástima que no tenga continuidad.

¿Hay algún otro libro para este año?

Hay una novela terminada, pero no sé si la presentaré este año, tiene una cosa policial, en la década del ’60, bien serie negra, pero no te voy a dar el título.

Muchas gracias, un placer entrevistarlo

Gracias por la entrevista, me gustó mucho. 


Por Gorge Gómez.

0 comentarios :

Publicar un comentario