“EL HIPERREALISMO QUE HAGO, NO PARECE QUE FUERA HECHO A LÁPIZ, PERO LO ES, CADA LÍNEA, PUNTO, ESFUMADO, ES TODO HECHO POR MÍ”
por Gorge Gómez
Quedó inaugurada en el teatro Lavalleja la exposición “Arte en lápiz” de Litir Olivera, dibujante y pintor oriundo de Río Negro, donde vive, y además trabaja en la Intendencia de Río Negro y desarrolla su actividad plástica.
TENERLO ACÁ
La apertura de la
muestra estuvo a cargo de Litir Olivera y el director de Cultura de la IDL
Hebert Loza, quien dio la bienvenida y el agradeció al artista y al público.
Dijo Loza: “Era para nosotros muy importante tener a Litir Olivera exponiendo
acá, por la grandeza de su obra, costó traerlo, pero lo logramos. Es parte del
intercambio entre las direcciones de Cultura de las intendencias, a través de
la red, hoy está Río Negro presente”.
UN HONOR
Destacó Loza el
nivel plástico de las obras y el trabajo técnico: “se podría decir que es un
artista incansable, y dueño de una prodigiosa capacidad creativa, con un
importantísimo trabajo técnico y una fuerza visual hiperrealista notables. Una
de las obras que está colgada, es la primera vez que la expone, especialmente
dijo que era para Lavalleja, lo que es un honor”.
BIEN COLGADAS
Señaló Loza el
trabajo como curadora de Gabriela Massa: “siempre que puedo destaco que a raíz
de los cursos que hizo el MEC -tanto José Apecechea, como Gabriela Massa- hoy
tenemos curadores en la dirección de Cultura. Y tienen un gran aceptación de
los artistas, que cuando ven su obra colgada, quedan muy satisfechos”.
LLEGÓ SANA
Olivera manifestó
su total aprobación por el colgado de su obra: “se hizo en tiempo récord y
después de todas las dificultades que pasamos para tener la obra colgada en
Minas, llegó sana, lo que no es poco y está en este teatro Lavalleja hermoso,
por lo que es un orgullo y un gusto estar abriendo esta muestra”.
TRAYECTORIA
El artista
manifestó que la exposición “es un racconto de mis obras desde el 2003 a hoy,
tenía 23 años cuando empecé, ahora tengo 44 años, muy a mi pesar (risas). Lo
que se ve primordialmente es el arte figurativo, hiperrealismo, con rostros y
cuerpos humanos. En la primera etapa de aprendiz estuve estudiando en
Montevideo con Óscar Larroca (Montevideo, 1962) a través de una beca, que se
extendió y viajaba desde Río Negro. Eran talleres de un montón de horas, pero
era fascinante, y creo que valió muchísimo la pena. Si bien mi obra tiene algo
de la técnica de Larroca, yo busqué otras temáticas, basado en lo aprendido de
alguien que sabe mucho, y este es el resultado en 21 años de trabajo, en las
obras realizadas en ese tiempo”.
OBSERVAR LAS
OBRAS
Olivera manifestó
que espera que “se pueda percibir la evolución como artista, y en las temáticas
y sus contenidos. Desde el 2017 saco fotografías a modelos, y después armo las
historias visuales, para que interactúen a través de los materiales, dándole mi
toque personal, y espero llegar y transmitir en quien observa la obra. El
hiperrealismo que hago no parece que fuera hecho todo a lápiz, pero lo es, cada
línea, punto, esfumado, es todo hecho por mí”.
MATERIALES
Los materiales,
detalló Olivera son “grafitos, sobre diferentes tipos de papeles o cartulinas,
incursiono también con otros tipos de lápices más opacos que no generan
reflejos, es más difícil de trabajar, pero a su vez tiene sus ventajas, también
carbón, lápiz pasteles, acrílicos. Trato en algunas obras de dar un toque de
color para destacar ciertas cosas. Primordialmente trabajo en blanco y negros,
en la escala de grises, porque tienen una connotación más personal y me permite
conectar de otra forma. El hiperrealismo es eso, está más allá de la foto, y te
tiene que decir si la miras desde lejos, tanto o más que de cerca”.
MANOS Y ROSTROS
Al señalarle que
potencia en varias de las obras las manos y rostros, con sus perfecciones e
imperfecciones en la piel, Olivera expresa que “sí, y es mucho más difícil, me
obliga a trabajar y pensar más, pero me encantan esos desafíos, las manos y los
rostros son las partes del cuerpo humano que más transmiten, y trato que eso
quede procesado en la obra”.
MUCHO TIEMPO
Sobre el tiempo
que emplea para realizar sus obras, Olivera manifestó que “los más grandes que
son los que estoy haciendo ahora, me llevan casi un año cada obra, son muy
grandes, es parte de la técnica, insisto, me gusta hacerlo, lo disfruto, y eso
es básico para poder transmitir después en quienes observarán las obras.
Tampoco hago series de obras, cada obra es esa y nada más, y ya me libero”.
COLOR
Consultado cómo
llega al color o si es paralelo al uso del blanco y negro y el lápiz, respondió
que “con 15 años pintaba al óleo, hacía pintura de caballete, con un profesor
discípulo de Gustavo Alamón, que es Martín Ruso, que daba clases gratis por la
Intendencia de Río Negro, como hago yo ahora, que soy docente de talleres de la
intendencia, y ahí hice el proceso de aprendizaje al óleo, la manzana, la
botella, el caballete, y pintábamos al óleo. Aunque siempre dibujé por mi
cuenta, desde chico, hice como una fusión, pero me decanté más por el dibujo,
pero el color siempre estuvo incluido. Y por eso hay obras que tienen color”.
ARTISTA DEL
INTERIOR
Dado el alto
nivel de sus obras, y el tiempo que le insumen, la pregunta es si vende.
Responde con una sonrisa triste, que “si pudiera sí, pero es muy poco lo que se
vende, en general eso nos pasa a todos en Uruguay. Sí hago retratos por
encargo, pero éstas obras es muy difícil que te compren, no hay mercado para
los artistas del interior, pero eso no coarta que haga y trabaje en lo que me
gusta, y no lo dejaría de hacer nunca, creo. Es una inversión, por los
materiales, los enmarcados, pero primero es una inversión que hago para mí,
porque lo disfruto muchísimo, y espero que disfruten quienes ven las obras. Y
además de artista soy docente, soy funcionario municipal, hago reproducciones
de obras de otros artistas que me han hecho por encargo desde el exterior, se
va viviendo”.
¡OJALÁ!
Sobre esta
exposición “Arte en lápiz” y su futuro: ya que está montada, ¿seguirá
recorriendo el país? “¡Ojalá! -dice Olivera-. No tengo hoy un destino para
llevarla, va a estar acá hasta el 4 de noviembre, estaría buenísimo que se
mostrara, porque he visto repercusión en las redes sobre mis trabajos, y que la
gente la pudiese ver en exposición. Ojalá siga de gira”.
OBSERVAR
Es imprescindible al observar la obra de Olivera, tomarse el tiempo para descubrir los distintos planos, los secretos que esconde en las formas y las rupturas del hiperrealismo con la imaginación y la búsqueda del artista, sugerir o decir es parte del arte de Olivera. Es un descubrimiento constante en cada obra, y un placer duplicado por la magnificencia y el discurso de sus obras.
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