martes, 26 de agosto de 2014

Breve y sencillo acto patrio

189° ANIVERSARIO DE LA DECLARATORIA DE LA INDEPENDENCIA
Ayer a las 11 de la mañana se realizó en la Plaza Libertad un acto con motivo del 189° aniversario de la Declaratoria de la Independencia.
Estuvieron presentes en el acto –en una ventosa y bastante fría mañana- casi exclusivamente autoridades civiles y militares. El “público en general” brilló por su ausencia.
En la Jefatura de Policía –frente a donde se realizó el acto- ondeaban tres banderas, el Pabellón Nacional y las banderas de Artigas y de los 33 Orientales. Las mismas tres banderas estaban en la Confitería Irisarri y en el Juzgado que hay frente a la Plaza Libertad. En la Catedral, que se veía como telón de fondo, además de las tres banderas había una cuarta, amarilla y blanca, del Vaticano. En la propia plaza había muchas banderas. Las tres que se izaron frente al monumento a Lavalleja, y otras 15 más: tres de la guardia de honor de jefatura, y cuatro juegos más de tres banderas, de las guardias militares de la División de Ejército IV, de la Brigada de Infantería, del Batallón de Infantería N°11 y del Grupo de Artillería de 105 mm que tiene su sede en las afueras de nuestra capital departamental.
Entre las autoridades presentes estaba la intendenta Adriana Peña, el presidente de la Junta Departamental Darío Lorenzo, los dos diputados en funciones por el departamento, Javier Umpiérrez (Frente Amplio, FA) y Mario García (Partido Nacional, PN), el comando de la Jefatura de Policía y de las diversas unidades militares estacionadas en Minas o sus cercanías –incluyendo al comandante de la División de Ejército IV, el general Nerys Corbo-, el jefe de Bomberos Manuel Brum, autoridades del Consejo de Primaria, del Club de Leones, y de Chiquillada.

Un poco de historia
El profesor Alex González, del Instituto de Formación Docente, fue el responsable de la oratoria. González recordó que fue el período artiguista “nuestro primer ensayo de vida independiente”. “Luego –agregó- la nación va adquiriendo conciencia histórica y conciencia de sus valores a lo largo de una difícil peripecia muy turbulenta, afectada por acontecimientos internos y externos”. Según el docente, el proceso de independencia tuvo desde sus inicios “un único norte, la libertad, que buscaban todos, incluso los de bandos opuestos; se hizo de ella una bandera de contenido cambiante y heterogéneo”. “Antiespañola primero, antiportuguesa después, antiporteñista luego y, por último, antibrasileña”. Recordó que además, la palabra “libertad”, el 19 de abril (de 1825) “se desplegaba en el pabellón tricolor, contrapuesta con la palabra ‘muerte’”. En ese entonces fue Juan Antonio Lavalleja, dijo González, quien se dio a la tarea “de levantar el espíritu de las masas uruguayas contra la dominación extranjera. Allí se pondrá en evidencia el sentido de organización de Lavalleja, ya expuesto en los tiempos de Artigas. Por eso, para darle contenido cierto, para precisar su alcance, aquéllos mismos hombres que conquistaron la libertad, redactaron la ley. Redactaron la ley, porque la libertad sin ley es un impulso sin meta, es una fuerza sin control. Esa primera ley fundamental del 25 de agosto de 1825 en Florida, es la que libera a la provincia del yugo extranjero, declarando la nulidad de todos los actos que la mantenían unida con Brasil y Portugal, agregando en el párrafo final, ‘y de cualquier otro del universo’. De esta manera quedaba manifiesta la capacidad del pueblo oriental para fijar su propio destino, eliminando los vínculos viciosos que lo mantenían unido a un poder extraño. Simultáneamente, a través de una segunda ley fundamental, y haciendo uso nuevamente de su soberanía, la sala de representantes en aquél modesto rancho, expresa su deseo de formar parte de un mismo estado, con las demás Provincias Unidas del Río de la Plata. A este núcleo de Provincias Unidas, la Provincia Oriental ya había pertenecido en los comienzos de la Revolución. Por esa razón, el resultado de estas dos leyes se visualiza en la paisanada como ‘ahora vamos a tener Patria’. Tener Patria era en ese momento la independencia absoluta, y volver a formar parte de las Provincias Unidas. Esto transforma al año 1825 en un año glorioso. Es la culminación de un proceso histórico, es el fin del proceso artiguista y el inicio de un nuevo proceso, difícil y complejo. Se vienen décadas en las que hay que seguir peleando la supervivencia como estado. Entonces, tener Patria fue por un tiempo. No teníamos un territorio delimitado, no teníamos un poder efectivo, porque lo tenían los caudillos. Penetraron los conflictos fronterizos, los imperios europeos. La independencia nuevamente quedó amenazada. Fueron tiempos muy difíciles, en los que la familia uruguaya continuó desangrándose. Pero eso, señores, es otro tema".

Ofrendas florales

Luego de las palabras de González, las autoridades presentes colocaron ofrendas florales al pie del monumento a Juan Antonio Lavalleja. Fueron colocadas cuatro ofrendas, una del personal retirado de las Fuerzas Armadas, otra de la Jefatura de Policía de Lavalleja, una de la División de Ejército IV y la última de la IDL en conjunto con el Comité Patriótico. Esta fue la que fue arrojada al agua por los tres jóvenes detenidos (ver nota de tapa), poco antes que comenzara el acto. Funcionarias municipales que estaban en el lugar la rescataron y la pusieron en condiciones para que luego pudiese ser colocada al pie del monumento. El acto, en total, tuvo una duración de media hora.

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